Mientras la sustitución de importaciones pretendida por las autoridades recorren un camino, que a criterio de los especialistas, se desarrolla -por momentos- de manera muy lenta, los números del Comercio Exterior, juegan a favor del gobierno. En once meses de 2012 las exportaciones cayeron US$ 2.195 millones respecto a 2011 y hasta el balance definitivo, nada hace suponer que la situación cambiará sustancialmente. En el otro platillo de la balanza, es decir las importaciones, los resultados le dan la razón a la estrategia oficial, por cuanto también cayeron (siempre respecto a 2011) US$ 4.339 millones. El menor valor exportado con respecto a noviembre de 2011 se originó exclusivamente en la disminución de las cantidades vendidas en 8%, ya que los precios promedio de los productos despachados se elevaron 7 por ciento.
A simple vista los números hablan de una menor actividad en el comercio exterior, porque se está vendiendo menos y también se está comprando mucho menos que en años anteriores. Más allá que el superávit de manera interanual sea positivo en US$ 2.134 millones (US$ 12.151 millones en 2012 y US$ 10.017 millones en 2011). El economista Raúl Cuello, se refirió a esta situación: “El año que viene vamos a depender de factores exógenos: del clima, de la cosecha, no de factores internos y virtuosos”. Es decir que avanzamos directo hacia el segundo escenario.
Sin dudas que el crecimiento económico registrado en los últimos años y la intención del Gobierno de continuar con la estrategia de expansión de la demanda presionan sobre las compras externas. A partir de allí se reabrió el debate sobre el riesgo de enfrentar un cuello de botella en la balanza de pagos. El economista Javier Lewkowicz, grafica la situación de la siguiente manera: “El objetivo oficial de profundizar la sustitución de importaciones, se realizará para evitar que el consumo y la inversión deban financiarse, de resultar insuficiente el superávit comercial, con deuda externa, lo que deriva en una creciente fragilidad cuyo final es una crisis externa.
La sustitución
En la última semana funcionarios del gobierno tuvieron un encuentro con mineras, empresas proveedoras y sindicatos de la actividad, quienes se comprometieron en realizar nuevas inversiones en el 2013. Cabe destacar que las empresas mineras tienen previsto sustituir importaciones por US$ 900 millones de dólares sobre un total de inversiones pronosticadas por sobre los 20 mil millones de pesos. Un dato alentador, para enfrentar el año próximo.
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Mientras la sustitución de importaciones pretendida por las autoridades recorren un camino, que a criterio de los especialistas, se desarrolla -por momentos- de manera muy lenta, los números del Comercio Exterior, juegan a favor del gobierno. En once meses de 2012 las exportaciones cayeron US$ 2.195 millones respecto a 2011 y hasta el balance definitivo, nada hace suponer que la situación cambiará sustancialmente. En el otro platillo de la balanza, es decir las importaciones, los resultados le dan la razón a la estrategia oficial, por cuanto también cayeron (siempre respecto a 2011) US$ 4.339 millones. El menor valor exportado con respecto a noviembre de 2011 se originó exclusivamente en la disminución de las cantidades vendidas en 8%, ya que los precios promedio de los productos despachados se elevaron 7 por ciento.
A simple vista los números hablan de una menor actividad en el comercio exterior, porque se está vendiendo menos y también se está comprando mucho menos que en años anteriores. Más allá que el superávit de manera interanual sea positivo en US$ 2.134 millones (US$ 12.151 millones en 2012 y US$ 10.017 millones en 2011). El economista Raúl Cuello, se refirió a esta situación: “El año que viene vamos a depender de factores exógenos: del clima, de la cosecha, no de factores internos y virtuosos”. Es decir que avanzamos directo hacia el segundo escenario.
Sin dudas que el crecimiento económico registrado en los últimos años y la intención del Gobierno de continuar con la estrategia de expansión de la demanda presionan sobre las compras externas. A partir de allí se reabrió el debate sobre el riesgo de enfrentar un cuello de botella en la balanza de pagos. El economista Javier Lewkowicz, grafica la situación de la siguiente manera: “El objetivo oficial de profundizar la sustitución de importaciones, se realizará para evitar que el consumo y la inversión deban financiarse, de resultar insuficiente el superávit comercial, con deuda externa, lo que deriva en una creciente fragilidad cuyo final es una crisis externa.
La sustitución
En la última semana funcionarios del gobierno tuvieron un encuentro con mineras, empresas proveedoras y sindicatos de la actividad, quienes se comprometieron en realizar nuevas inversiones en el 2013. Cabe destacar que las empresas mineras tienen previsto sustituir importaciones por US$ 900 millones de dólares sobre un total de inversiones pronosticadas por sobre los 20 mil millones de pesos. Un dato alentador, para enfrentar el año próximo.
Después de 3 años, superávit con Brasil
En octubre, el intercambio entre Argentina y Brasil se contrajo un 6,6%, debido exclusivamente a una contracción del 18,4% de las importaciones de Argentina, ya que los envíos de productos argentinos a Brasil subieron un 8,8% respecto del mismo mes de 2011.
Si bien las restricciones a las importaciones y la desaceleración de la actividad económica argentina están afectando desde hace tiempo las compras de productos no solo brasileros, sino de todo el mundo, lo cierto es que producto de estas menores compras, el mes pasado el saldo comercial con Brasil fue superavitario para Argentina por primera vez desde junio 2009. Ya en cifras, en octubre Argentina importó bienes y servicios desde Brasil por US$ 1.626 millones y exportó la cifra récord de US$ 1.666 millones. Con estos números, el saldo comercial bilateral fue superavitario para Argentina en unos US$ 40 millones. No obstante el resultado de octubre, en lo que va del año Argentina acumula un saldo comercial negativo con Brasil de -US$ 1.834 millones, lo que indica un déficit 63% menor al registro de los primeros diez meses de 2011. El año, de hecho, estuvo signado por una caída generalizada del flujo de comercio entre ambos países.