El domingo 26 comenzará en Rosario de Lerma una campaña masiva de lectura destinada a niños, adolescentes y mayores.
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El domingo 26 comenzará en Rosario de Lerma una campaña masiva de lectura destinada a niños, adolescentes y mayores.
Ocho mil libros, una biblioteca ambulante y espacios de lectura en los barrios serán parte de las múltiples acciones que se llevarán a cabo por primera vez en la región, con la idea de generar espacios de cultura e instrucción.
La experiencia será única. Está comprobado que el relegamiento de la lectura provoca deficiencias en la comprensión de textos, reduce las oportunidades laborales y hasta condiciona el modo de inmiscuirse en los espacios de la sociedad de hoy.
La idea se pergeñó desde la municipalidad de Rosario de Lerma con el afán de evitar la involución cultural, especialmente en niños y adolescentes. Un pequeño móvil repleto de libros de lectura de todo tipo y juegos didácticos llegará a los barrios a brindar este espacio. Hay convencimiento de que será una actividad agradable, placentera y no una tarea pesada y aburrida.
“Estamos en el diseño final para persuadir al vecino de que la lectura no es un carga. Un libro puede llevar a nuestros jóvenes en particular a horizontes nunca conocidos”, comentó a El Tribuno el intendente Sergio Ramos.
La actividad principal será desarrollada el próximo 26 cuando, junto a los festejos del Día del Niño, se distribuyan los textos a los concurrentes en el predio del campo deportivo de Buen Retiro.
“Todos los problemas que tenemos en la sociedad actual es parte de la cultura, que hoy no la hemos fortalecido. La cultura es educación y mucho más”.
De a poco se definirá los espacios de lectura, tanto en barrios como en instituciones que los soliciten. Afirman que con solo 10 minutos por jornada para comenzar y luego asignar periodos diarios de más tiempo es lo ideal para “despejar la mente y ponerla en otro nivel de excelencia”.
Ya se realizaron algunos sondeos sobre esta iniciativa y la mayoría coincide que con los pequeños no será tarea fácil, pero muchos padres intentarán “salvar” a sus hijos de pasar horas enganchados de la tele y los videojuegos.