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Tarde con ruidos, trompos y ganadores en el Güemes

Lunes, 27 de agosto de 2012 12:26

Una nueva fecha de la competencia Zonal del NOA, Gran Premio Perera Quintana, se disputó ayer en el autódromo Martín Miguel de Gemes de Salta capital. Tres categorías fueron parte de una fría jornada donde los trompos no faltaron en ninguna de las divisionales y la adrenalina se apoderó en más de una oportunidad. Hasta casi se van a las manos, ya que después de la final del TP 1100 (donde corren los Fiat 128) hubo malestar de la gente de José Canto. Fue la sexta fecha para el 1100 y el Promocional del NOA (Gordini, Fiat 600 y Fiat 133), y la cuarta fecha para el TC del NOA, que presentó siete máquinas, incluida la histórica vuelta de Carlos Anselmino padre, tras más de 25 años.

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Una nueva fecha de la competencia Zonal del NOA, Gran Premio Perera Quintana, se disputó ayer en el autódromo Martín Miguel de Gemes de Salta capital. Tres categorías fueron parte de una fría jornada donde los trompos no faltaron en ninguna de las divisionales y la adrenalina se apoderó en más de una oportunidad. Hasta casi se van a las manos, ya que después de la final del TP 1100 (donde corren los Fiat 128) hubo malestar de la gente de José Canto. Fue la sexta fecha para el 1100 y el Promocional del NOA (Gordini, Fiat 600 y Fiat 133), y la cuarta fecha para el TC del NOA, que presentó siete máquinas, incluida la histórica vuelta de Carlos Anselmino padre, tras más de 25 años.

Con 18 autos, el TP 1100 es la divisional con más fuerza que tiene el Zonal del NOA. La fecha estuvo picante, Pablo Ortega (N§59) terminó ganando una final electrizante en los últimos metros, en los que Sebastián Chincarini (N§7) arrimó la trompa y casi se queda con el triunfo. “Terminamos cabeza a cabeza una linda final que por suerte pude ganar, esto me viene muy bien para el campeonato, porque estamos sextos”, sostuvo tras la competencia Pablo Ortega.

Una final que desde el primer giro tuvo novedades, como el trompo involuntario de Juan José Palermo antes de la primera vuelta. Largaron en punta Ortega, Esteffano Salussi, Peter Olaz y Chincarini. En la tercera vuelta hubo un palazo entre Leonel Velata y Matías Chelela, el primero se despistó tras la curva inicial y el auto N§69 de Chelela no pudo evitarlo y se le incrustó en el medio. Ambos terminaron afuera y tuvo que intervenir el pace car. Luego de la relargada Pablo Ortega siguió manteniendo el ritmo y no paró hasta ver la bandera a cuadros.

Una vez en el parque cerrado, gente que acompaña a José Canto fue a increpar a Peter Olaz, por entender que había perjudicado a su piloto. No pasó nada, fue un momento de calentura.

Otra gran final fue la que disputaron el Chavo Isasmendi (N§ 100), ganador de la prueba, y Fredy Díaz (34) en el promocional del NOA. Hasta la última vuelta fue palo y palo entre ambos, y cuando faltaban metros para el final el Gordini de Díaz tuvo una falla en el carburador y se quedó, dejando el camino libre para el primer festejo en el 2012 del Chavo, campeón en el 2008. “Es mi tercera carrera y estoy muy contento, esto nos ayuda mucho para seguir trabajando. Este año quiero terminar lo más alto posible y el año que viene ir por el título”, señaló Isasmendi.

Por último, la categoría mayor, que actualmente atraviesa una crisis en cuanto a la cantidad de máquinas participantes, tuvo a un ganador absoluto en la tarde de ayer. Fue Carlos Anselmino (h), quien a bordo de su Chevrolet ganó de punta a punta sin dejar dudas. Detrás llegaron Francisco Laconi con su Ford y en tercer lugar se ubicó Cesar Velata (Torino).

El llamado de Cacho
 
En un claro mensaje para el resto de los pilotos, Carlos “Cacho” Anselmino se puso el overol y fue parte de la cuarta fecha del TC del NOA ayer en el autódromo Martín Miguel de Güemes. “Es una lástima que pilotos más jóvenes que yo tengan sus autos y no vengan a competir”, señaló ayer Anselmino (padre), quien se subió a su Chevy luego de 25 años y con 65 pirulos muy bien puestos. El ganador fue su hijo, así que “habrá que aguantar las cargadas”, tiró.
Después del primer giro en la final, Cacho entró en la primera curva del circuito (2.800 metros de extensión) con un tremendo trompo del que se pudo reponer y siguió en pista. Pero claro, la presencia del veterano piloto salteño tuvo que ver con un objetivo concreto: ayudar a la categoría, “desde nuestra humilde posición hacemos el llamado a los pilotos como Luisito Marinaro, Segura, al mismo Peña y el de Rosario de La Frontera, Prado, para que se acerquen y la categoría no termine desapareciendo”, señaló.
Por su parte, su hijo Carlos, ganador en la fecha de ayer, disfrutó con la presencia en pista de su padre y no dudó en denominar la jornada como una “fecha muy especial. Correr con tu viejo después de tantos años, la verdad que está muy bueno”. Primera vez que padre e hijo tiene la oportunidad de compartir una mismapista.
La continuidad de Anselmino (padre) dependerá de si el auto se alquila o no, “hay un muchacho de Tucumán que está interesado”, señaló Cacho.
 

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