Un montículo de desechos que despide olores nauseabundos preocupa a los vecinos de Palermo II. El basural está localizado camino a Las Costas, enfrente del salón de usos múltiples (SUM) de ese barrio.
“Ya no pueden pasar los vehículos. Con la Municipalidad hablamos y dos o tres veces lo vinieron a limpiar. El camión sacó la basura, pero desde el año pasado que no viene”, cuenta Dorotea Torres, tesorera del centro vecinal.
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Un montículo de desechos que despide olores nauseabundos preocupa a los vecinos de Palermo II. El basural está localizado camino a Las Costas, enfrente del salón de usos múltiples (SUM) de ese barrio.
“Ya no pueden pasar los vehículos. Con la Municipalidad hablamos y dos o tres veces lo vinieron a limpiar. El camión sacó la basura, pero desde el año pasado que no viene”, cuenta Dorotea Torres, tesorera del centro vecinal.
Asegura que mucha gente se traslada desde el centro de la ciudad y aprovecha la protección de la noche para arrojar cajas, escombros, desperdicios, e incluso tirar animales muertos. Asimismo, no son pocos los pobladores del lugar que tienen por hábito dejar la basura que generan en sus casas. “Tratamos de quemarla, porque es un basural terrible que se va juntando”, agrega.
En el SUM todas las tardes funciona el merendero “Por un niño feliz”. Allí, a partir de las 17, muchos chicos deben tomar mate cocido y comer pan dulce, rodeados de un escenario que parece prestado del vertedero San Javier.