El cine de autor tiene sus particularidades, profundas, especiales, con una mirada propia sobre la realidad. En ese lugar se sitúa el joven cineasta salteño Nicolás Dolensky, cuyo cortometraje “La Donna” fue seleccionado y participó en el reciente Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, donde se estrenó la semana pasada.
Dolensky tiene 21 años, es estudiante de la Universidad del Cine de Buenos Aires, e hizo sus primeros pasos en teatro en el taller Sensaciones, de Claudia Mendía. A los 14 realizó “Qué lindo sería volar”, su primera película independiente. Dos años más tarde, produjo “Dignidad secuestrada”, sobre la trata de personas. Además, está elaborando el que será su primer largometraje producido profesionalmente, con los mismos actores y un relato que habla de las relaciones entre los actores y que involucrará una obra de teatro.
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El cine de autor tiene sus particularidades, profundas, especiales, con una mirada propia sobre la realidad. En ese lugar se sitúa el joven cineasta salteño Nicolás Dolensky, cuyo cortometraje “La Donna” fue seleccionado y participó en el reciente Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, donde se estrenó la semana pasada.
Dolensky tiene 21 años, es estudiante de la Universidad del Cine de Buenos Aires, e hizo sus primeros pasos en teatro en el taller Sensaciones, de Claudia Mendía. A los 14 realizó “Qué lindo sería volar”, su primera película independiente. Dos años más tarde, produjo “Dignidad secuestrada”, sobre la trata de personas. Además, está elaborando el que será su primer largometraje producido profesionalmente, con los mismos actores y un relato que habla de las relaciones entre los actores y que involucrará una obra de teatro.
La Donna
En italiano y catalán significa “dueña” con una extensión de “dominación” o, simplemente, mujer.
El filme, de casi 14 minutos y unos seis meses de realización, se completa con la impecable fotografía de Fernando Lockett. Está protagonizada por actores de la talla de Erica Rivas, Claudio Tolcachir y Nicolás Mateo.
En una lujosa habitación, durante una noche lluviosa, una mujer y dos hombres beben, fuman, cantan y juegan entre sí y con quien los mira. El relato profundiza en estos personajes distintos, ambiguos y sumamente atractivos por sus diálogos, que llevan al espectador a diferentes interpretaciones pero que, sobre todo, retiene la atención y expectativa hasta el final. Los tres comparten miradas, risas vacías, alcohol, canto y juego, que no es de azar ni de grandes apuestas, sino simplemente de adivinanzas. La banalidad, la inseguridad y cierto halo de infidelidad se hacen presentes en esta atmósfera de humo de cigarrillo y jazz.
El autor
Dolensky explica que el guión surgió desde sus propios trabajos y conocimientos logrados en la universidad, que le permitieron escribir, plantear el proyecto y conseguir el apoyo financiero y producción de Alexan Sarikamichian.
“A Erica Rivas, a la que siempre admiré mucho, la conocí por un amigo en común, Diego Topa (sí, el de Junior Express) y al leer el libro se enganchó y aceptó filmar”, le cuenta a El Tribuno.
El corto es intenso y original por los recursos que utiliza para plantear la historia. Estas características pueden provocar diferentes reacciones en el espectador, y sobre ese aspecto, el cineasta confiesa, entre risas, que “solo un amigo me dijo que en un principio le costó entender el argumento, pero que a medida que transcurrían los minutos la ansiedad lo llevaba a esperar el desenlace. Eso es justamente lo que busqué. En realidad no es difícil de entender, pero tampoco es un tipo de cine popular o masivo. Las repercusiones y respuestas en el Festival de Mar del Plata, y las felicitaciones posteriores te marcan que estás en un camino correcto”. Es que en la historia los protagonistas juegan a descubrir qué personajes históricos son y el espectador, a la vez, bucea en esa trama para entender qué juego están jugando y por qué están ahí.
Dolensky, que sigue sus estudios y trabajos en Buenos Aires, sueña con filmar en Salta, mientras ya se prepara para reunirse con su familia en esta capital para fin de año.
La iniciativa
Un equipo de jóvenes cineastas lanzó este año una fuerte apuesta para dar a conocer cine de producción local de alta calidad y actividades paralelas, que se reparten en diferentes salas, museos y espacios artísticos.
La propuesta es que los salteños descubran lo que desde el arte audiovisual se realiza, con la posibilidad de dialogar con los realizadores y especialistas acerca de los contenidos documentales, cortometrajes, videos de artistas y producciones televisivas. Hoy el el turno de dos cineastas salteños y mañana de dos tucumanos. Plataforma fue diseñada desde la Asociación de realizadores audiovisuales de Salta y ganó este año el Fondo Ciudadano de la Provincia.