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La mujer y su férrea lucha por la igualdad en pleno siglo XXI

Viernes, 08 de marzo de 2013 20:25

El Día Internacional de la Mujer es motivo de festejo, es cierto, pero sobre todo es una especial invitación a la reflexión. Es el día en que se rinde homenaje a las mujeres que lucharon por la igualdad social en relación con los hombres y que supieron velar por sus derechos y desarrollarse íntegramente. Es un homenaje también a las mujeres contemporáneas que siguen ese camino, con ánimo, trabajo y fortaleza.

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El Día Internacional de la Mujer es motivo de festejo, es cierto, pero sobre todo es una especial invitación a la reflexión. Es el día en que se rinde homenaje a las mujeres que lucharon por la igualdad social en relación con los hombres y que supieron velar por sus derechos y desarrollarse íntegramente. Es un homenaje también a las mujeres contemporáneas que siguen ese camino, con ánimo, trabajo y fortaleza.

En la edición de hoy El Tribuno quiere participar de ese momento reflexivo. Por eso, además de hablar de festejos y brindis que tendrán lugar en toda la provincia, comparte con los lectores la atípica historia de una mujer salteña que hace dos años tiene un trabajo que, históricamente, fue desempeñado por hombres: es capitana de la Marina Mercante.

Aquí manda capitana

Se puede decir que ella es una salteña única. Stella Maris tiene 34 años y desde hace dos que es capitana de la Marina Mercante.

Está radicada en Buenos Aires. Embarca y desembarca en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca y es parte de una empresa española que transporta petróleo que carga en Caleta Olivia y deposita en Rosales.

El buque que conduce tiene 228 metros eslora (largo) por 32 de manga (ancho), en el cual viajan 25 personas a bordo. Transporta 67 mil litros de crudo que tiene un valor aproximado de 133 millones de dólares.

Sin embargo, lo que a ella le preocupa es la seguridad de la gente con la que comparte el barco 45 días en el mar para luego descansar otros 45.

“Es muy extraño encontrar que trabajen más de dos mujeres en un buque, especialmente en lo que es Sala de Máquinas. Hay que imaginarse lo que sería trabajar con un motor. Para una mujer no es fácil ni siquiera aflojar una tuerca”, dijo Stella Maris del Pilar Arancibia Vázquez, nuestra mujer destacada de hoy.

Para llegar hasta la cabina del capitán tuvo que recorrer un camino largo y complicado. La carrera se estudia en Buenos Aires, en la Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano.

Stella Maris egresó con el título de Piloto Ultramar en el año 1999 luego de cursar tres años en escuela y el cuarto en barcos.

Ella recuerda lo complejo del cursado de la carrera, ya que desde el principio las mujeres eran pocas. Comenzaron 10 y en cuarto quedaron 5; es decir, un 3% de la matrícula.

Cuando salió de la Escuela Náutica comenzó a desarrollar las tareas de tercer oficial, que es el encargado de la seguridad, de los salvavidas, extintores y mangueras.

Luego de las 300 singladuras (una singladura son 24 horas de navegación) se pasa a segundo oficial en cubierta. Allí su trabajo consiste en ocuparse de la navegación, las cartas, publicaciones y partes meteorológicos, entre tantas cosas.

El segundo oficial es apoyo del primer oficial y supervisa al tercero.

Luego de otras 300 singladuras, y tras rendir un examen, se pasa a primer oficial, que se ocupa de la carga y descarga del buque. “Es como ser la mano derecha del capitán”, comentó.

Stella Maris tuvo que realizar otras 300 singladuras y rendir otro examen para llegar a capitán de ultramar.

Para ello tuvo que navegar durante 13 años aproximadamente. Si bien se recibió en diciembre de 2000, recién consiguió un trabajo estable en agosto de 2011.

En la actualidad solo hay 2 mujeres capitanas y una práctica, por lo que ella admite que el campo laboral de la Marina Mercante es extremadamente difícil para las mujeres.

“Puede haber un hombre y una mujer con la misma cantidad de singladuras, y con la misma patente de oficial; sin embargo, las empresas eligen al varón. Es muy difícil ganarle el puesto al hombre y por eso yo agradezco a Empresa Naviera Petrolera Atlántica SA por animarse a tomarme”, dijo la salteña.

Sobre lo difícil que es la vida en el mar, Stella Maris dijo: “Es muy duro para una mujer dejar por 30 o 45 días a su familia, a sus esposos, pero sobretodo a los hijos”.

Actualmente está de novia con Matías y sabe que si quiere planificar formar una familia todo le será doblemente complicado. “El día que decidamos tener un bebé, habrá terminado mi carrera como capitán. Por eso yo tengo que hacer lo mejor que pueda para que todas las mujeres que vienen detrás mío tengan un camino más accesible”, explicó.

“Nunca me di cuenta que mi trabajo era distinto o especial. Yo lo seguí como cualquier carrera, como un trabajo más. Lo que realmente valoro es que mis compañeros nunca me hicieron sentir diferente a ellos”, concluyó.

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