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A una edad en que muchas madres suelen perseguir a sus hijos para que coman, Salvador (5) pesa ya cerca de 30 kilos y no es el único con ese peso en su salita de jardín. “Hay otros dos nenes que están igual que él”, reconoce su mamá, quien por indicación del pediatra ha comenzado a restringirle el acceso a ciertos alimentos.
Hasta hace algunas décadas una rareza, los casos como el de Salvador se han vuelto cada vez más frecuentes. Según revela un estudio de la Organización Mundial de la Salud, Argentina tiene el mayor porcentaje de niños obesos menores de cinco años de toda Latinoamérica: de cada mil niños argentinos que cursan el jardín de infantes, 73 sufren ya obesidad.
Este dato anticipa un futuro muy poco alentador, ya que los niños que sufren sobrepeso a esa edad tienen cinco veces más posibilidades de ser obesos al llegar a la adultez, con todos los riesgos de morbilidad que supone esta condición: diabetes, hipertensión y enfermedades coronarias.
“Resulta clave que el Estado tome medidas para proteger a los chicos frente al avance de los alimentos ricos en grasas y promover hábitos saludables en todos los entornos, sobre todo el escolar. El aumento del consumo de alimentos y bebidas ricos en grasas y azúcares, la disminución de la actividad física debido a estilos de vida cada vez más sedentarios, y una fuerte influencia del marketing sobre los niños están generando un notable crecimiento de la obesidad infantil”, advirtió la Federación Interamericana del Corazón.
“En casa dejamos ya de tomar gaseosas en las comidas y tratamos de no comprarle golosinas, pero después lo mandás a un cumpleaños y se atora con comida chatarra”, cuenta una mamá.
Su vivencia describe una realidad que en los últimos tiempos ha llevado a replantear las estrategias contra la obesidad infantil.
Distintas organizaciones civiles han comenzado a reclamar un marco regulatorio basado en tres ejes: la restricción de la disponibilidad, venta y publicidad de bebidas azucaradas y productos industrializados ricos en azúcares, sodio y grasas saturadas y trans; la promoción de la actividad física entre los alumnos y la disponibilidad de alimentos saludables en las escuelas.