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20 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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El voto del 22 de noviembre

Viernes, 06 de noviembre de 2015 21:10

El voto del 22 de noviembre

El 22 de noviembre los argentinos debutaremos con el balotaje que permite aglutinar los votos dispersos de la primera vuelta, de modo de darle amplia legitimidad al nuevo presidente. Se presentan dos opciones claras: mantener el actual estado de cosas votando al candidato oficialista, que como gobernador durante ocho años de la provincia más rica de la Argentina incrementó la inseguridad, la presencia del narcotráfico, la pobreza extrema y las carencias de infraestructura social, o provocar un cambio basado en la evidencia de la principal ciudad de la Argentina y su capital, que en los mismos ocho años realizó importantes transformaciones en aspectos tan variados como la infraestructura social, pero también y de manera contundente, en la educación y la cultura, entre otros avances. El actual gobernador tiene como respaldo un gobierno que se ha cansado de transgredir -cuanto menos- la Constitución Nacional, a la prensa independiente, a la Justicia, al Congreso y a las provincias, y que ahora agrede al candidato de la oposición con denuncias falsas y procurando instalar el miedo entre los votantes. El candidato de la oposición tiene, además de su propio partido, el respaldo explícito de otros dos, uno centenario y un desprendimiento de él, ambos de clara ejemplaridad institucional. Tiene también el respaldo tácito del partido que saliera tercero en las elecciones del octubre, y que aglutina a los sectores más responsables y respetados del partido mayoritario de la Argentina. Sin duda, la elección del 22 de noviembre es por demás clara y quien esto escribe no tiene dudas en votar por la oposición.
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El voto del 22 de noviembre

El 22 de noviembre los argentinos debutaremos con el balotaje que permite aglutinar los votos dispersos de la primera vuelta, de modo de darle amplia legitimidad al nuevo presidente. Se presentan dos opciones claras: mantener el actual estado de cosas votando al candidato oficialista, que como gobernador durante ocho años de la provincia más rica de la Argentina incrementó la inseguridad, la presencia del narcotráfico, la pobreza extrema y las carencias de infraestructura social, o provocar un cambio basado en la evidencia de la principal ciudad de la Argentina y su capital, que en los mismos ocho años realizó importantes transformaciones en aspectos tan variados como la infraestructura social, pero también y de manera contundente, en la educación y la cultura, entre otros avances. El actual gobernador tiene como respaldo un gobierno que se ha cansado de transgredir -cuanto menos- la Constitución Nacional, a la prensa independiente, a la Justicia, al Congreso y a las provincias, y que ahora agrede al candidato de la oposición con denuncias falsas y procurando instalar el miedo entre los votantes. El candidato de la oposición tiene, además de su propio partido, el respaldo explícito de otros dos, uno centenario y un desprendimiento de él, ambos de clara ejemplaridad institucional. Tiene también el respaldo tácito del partido que saliera tercero en las elecciones del octubre, y que aglutina a los sectores más responsables y respetados del partido mayoritario de la Argentina. Sin duda, la elección del 22 de noviembre es por demás clara y quien esto escribe no tiene dudas en votar por la oposición.
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