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20 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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La erupción, según una salteña | Erupción del volcán Calbuco

Sabado, 25 de abril de 2015 00:30
Así se vió la erupción desde Bariloche. Adriana Junco<br>
Adriana Junco Álvarez migró hace unos años de Salta y ahora vive con su familia en el barrio Los Cohiues, ubicado a espaldas del famoso cerro Catedral desde donde tiene una vista privilegiada de la cordillera andina.
Desde 2011, cuando el volcán Puyehue erupcionó y sepultó bajo cenizas y cascotes los proyectos de los vecinos de Bariloche, todos quedaron acobardados.

El jueves despertaron de nuevo en la pesadilla cenicienta de otro volcán, el Calbuco, que amenazaba con cernir su gigantesca nube gris sobre el sur argentino. Aunque la alerta es permanente y las imágenes impresionan por el hongo que se eleva inmensurable desde las entrañas de la cordillera, hasta ahora, afortunadamente, la erupción del Calbuco no ha tenido en Bariloche los dramáticos efectos del Puyehue en 2011.

Adriana Junco Álvarez es una salteña, de la zona sur de la ciudad, que ha migrado a Bariloche hace unos años. Vive con su familia en el barrio Los Cohiues (nombre de un árbol nativo del sur), ubicado a espaldas del famoso cerro Catedral.

Consultada por El Tribuno sobre esta experiencia, relató: "La erupción del Puyehue fue mucho peor, imposible no comparar. La situación de 2011 fue muy crítica. Ahora nos asustamos pero vemos que no es tan grave al menos acá. No hay más de 3 centímetros de ceniza acumulada, salió el sol y se ve despejado alrededor. Solo cae una ceniza que parece talco gris y hay un fuerte olor a azufre".

Adriana contó que en línea recta, el volcán Calbuco está a 100 kilómetros de Bariloche, "entonces, cuando la gente vio la nube negra que avanzaba sobre Bariloche se desesperó. Ayer hubo colas eternas en los supermercados, empezaron a racionar los alimentos, se peleaban por las compras, pero hoy está todo más calmado. La gente sabe que tiene que quedarse en la casa lo más posible para evitar problemas.

Agregó: "La ruta a Buenos Aires está cerrada a la altura de Piedra del Águila porque no se distingue la banquina del asfalto y es un camino de cornisa que da al río Limay. El turismo está parado porque por aire o por tierra no se puede salir de Bariloche ni se puede entrar. Suspendieron las clases desde el jueves, no hubo bancos, Municipalidad, aunque los comercios están abiertos".

Recalcó: "Bariloche no se vio tan castigada esta vez. Sabemos que Puerto Montt, que queda a 320 kilómetros de Bariloche, está tapado de cenizas y le cayeron encima muchos cascotes del volcán".
Sobre el precio de los barbijos, comentó: "Una farmacia le vendió un barbijo a 55 pesos a un turista brasileño, pero fue tal el escrache nacional, que la farmacia cerró las puertas. De ahí en más, los barbijos se consiguen fácilmente entre 5 y 15 pesos".

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Adriana Junco Álvarez migró hace unos años de Salta y ahora vive con su familia en el barrio Los Cohiues, ubicado a espaldas del famoso cerro Catedral desde donde tiene una vista privilegiada de la cordillera andina.
Desde 2011, cuando el volcán Puyehue erupcionó y sepultó bajo cenizas y cascotes los proyectos de los vecinos de Bariloche, todos quedaron acobardados.

El jueves despertaron de nuevo en la pesadilla cenicienta de otro volcán, el Calbuco, que amenazaba con cernir su gigantesca nube gris sobre el sur argentino. Aunque la alerta es permanente y las imágenes impresionan por el hongo que se eleva inmensurable desde las entrañas de la cordillera, hasta ahora, afortunadamente, la erupción del Calbuco no ha tenido en Bariloche los dramáticos efectos del Puyehue en 2011.

Adriana Junco Álvarez es una salteña, de la zona sur de la ciudad, que ha migrado a Bariloche hace unos años. Vive con su familia en el barrio Los Cohiues (nombre de un árbol nativo del sur), ubicado a espaldas del famoso cerro Catedral.

Consultada por El Tribuno sobre esta experiencia, relató: "La erupción del Puyehue fue mucho peor, imposible no comparar. La situación de 2011 fue muy crítica. Ahora nos asustamos pero vemos que no es tan grave al menos acá. No hay más de 3 centímetros de ceniza acumulada, salió el sol y se ve despejado alrededor. Solo cae una ceniza que parece talco gris y hay un fuerte olor a azufre".

Adriana contó que en línea recta, el volcán Calbuco está a 100 kilómetros de Bariloche, "entonces, cuando la gente vio la nube negra que avanzaba sobre Bariloche se desesperó. Ayer hubo colas eternas en los supermercados, empezaron a racionar los alimentos, se peleaban por las compras, pero hoy está todo más calmado. La gente sabe que tiene que quedarse en la casa lo más posible para evitar problemas.

Agregó: "La ruta a Buenos Aires está cerrada a la altura de Piedra del Águila porque no se distingue la banquina del asfalto y es un camino de cornisa que da al río Limay. El turismo está parado porque por aire o por tierra no se puede salir de Bariloche ni se puede entrar. Suspendieron las clases desde el jueves, no hubo bancos, Municipalidad, aunque los comercios están abiertos".

Recalcó: "Bariloche no se vio tan castigada esta vez. Sabemos que Puerto Montt, que queda a 320 kilómetros de Bariloche, está tapado de cenizas y le cayeron encima muchos cascotes del volcán".
Sobre el precio de los barbijos, comentó: "Una farmacia le vendió un barbijo a 55 pesos a un turista brasileño, pero fue tal el escrache nacional, que la farmacia cerró las puertas. De ahí en más, los barbijos se consiguen fácilmente entre 5 y 15 pesos".

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