La decoración del hogar es muchas veces una cuestión de actitud. Encarar la tarea de añadirle a la casa detalles que hablan de nosotros, de nuestros gustos y preferencias no requiere más que la energía de un envión inicial. El resto, llega a fuerza de inspiración y pinceladas. El abanico de posibilidades es amplísimo, y no hace falta tener conocimientos previos sobre estilos ni técnicas complejas.
María Eugenia Daher da testimonio de ello. Esta salteña -docente de gimnasia especial de profesión-, ha logrado hacer que su casa en barrio Portal de Güemes (Manzana 99, Casa 5) se distinga de entre todas las demás por los detalles de pintura que le fue incorporando a la vivienda. La base de sus creaciones consiste en emular, con pacientes trazos, la textura del ladrillo visto, la laja y la madera.
María Eugenia se define como artesana por convicción. "Trabajo con todo tipo de materiales, como palets y botellas. Además hago muñecos soft, tejidos, carpintería... El punto de partida de mis trabajos suele ser el reciclaje", precisó.
Sobre los detalles de decoración con pintura que le fue incorporando a su casa señaló: "Adentro trabajé una pared imitando el ladrillo a la vista. Afuera, en el jardín, hice imitación de la piedra laja. Mi abuelo era pedrero y vendió gran parte del material con el que se hizo el Monumento a Güemes. Así que este trabajo me trajo particularmente añoranzas de mi infancia", contó.
Otro toque de rusticidad que María Eugenia le incorporó a su casa fueron los marcos de las puertas, que pintó simulando vigas de madera.
Todos los detalles están realizados con pintura de látex (para interior y exterior) y esponja y pincel. "Utilizo materiales muy económicos; pinceles de todas las medidas y esponjas que son descartes de la cocina. Soy regasolera en ese sentido, y los resultados se ven igual", remarcó.
A algunas puertas y muebles, por ejemplo, les añadió un aspecto antiguo mediante la técnica del decapé.
Daher se lanzó a pintar de manera autodidacta. Dice que siempre canalizó su pasión por el dibujo y las manualidades en su propia casa y que las ideas decorativas son propias. "Soy de esas mujeres de antes, que se dedicaban mucho a sus casas. Para mí es una satisfacción ver cómo mi primer casa propia va adquiriendo el estilo que le imprimen mis propias manos. Además, pintar para mí es una terapia".