El martes 19 de diciembre, el piloto salteño Kevin Benavides tuvo que elegir entre dos compromisos: la premiación del deportista del año en su provincia natal o viajar a Buenos Aires para asistir a la distinción de los Olimpia. El año pasado había ganado el Oro en Salta y su terna en motociclismo a nivel nacional, pero en aquellas oportunidades recibió los premios con una sonrisa a medias, porque acababa de lesionarse y se confirmaba su baja para el rally Dakar de este año.
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El martes 19 de diciembre, el piloto salteño Kevin Benavides tuvo que elegir entre dos compromisos: la premiación del deportista del año en su provincia natal o viajar a Buenos Aires para asistir a la distinción de los Olimpia. El año pasado había ganado el Oro en Salta y su terna en motociclismo a nivel nacional, pero en aquellas oportunidades recibió los premios con una sonrisa a medias, porque acababa de lesionarse y se confirmaba su baja para el rally Dakar de este año.
En esta oportunidad, las ceremonias se realizaron el mismo día y optó por quedarse en el Centro de Convenciones. Finalmente, como ocurrió en 2016, los resultados fueron los mismos: la premiación dorada en estas tierras quedó en sus manos, como así también la nueva estatuilla en los Olimpia. Ahora su cara cambió, porque ya se prepara para disputar un Dakar que lo tiene como favorito.
El mayor de los hermanos Benavides hizo el mérito suficiente como para ganar el premio de oro, porque se recuperó de la lesión en su mano derecha y compitió el Mundial de Rally Cross Country, donde finalizó subcampeón, tras haber obtenido el segundo puesto en el Atacama Rally (tercera fecha), ganar el Desafío Ruta 40 en nuestro país (cuarta fecha) y salir tercero en el Rally de Marruecos (quinta y última fecha).
Antes y después, durante todo el Mundial, ganó varias etapas y compitió mano a mano con Pablo Quintanilla, el chileno que se quedó con el primer puesto y es su gran rival sudamericano.
Benavides se convirtió en el deportista del año por cuarta vez e igualó al rugbista Juan "Chipi" Figallo, como máximos ganadores de la historia.
Sus primeros lugares fueron en 2010 (cuando justamente compartió con Figallo), 2012, 2016 y 2017. Lo de Benavides se destaca aún más porque logró llevarse el premio mayor en dos ramas diferentes del motociclismo: el enduro cuando era más joven y sus últimas dos plaquetas como piloto de rally.
Con 28 años (cumplirá 29 mientras dispute el próximo Dakar), es el representante salteño más destacado en la actualidad, desde hace dos años. En 2015 dejó el enduro tras haber sido multicampeón nacional y obtenido diferentes logros a nivel internacional. Honda South America Rally Team (el segundo equipo de la marca japonesa) lo contrató a mediados de ese año y se preparó para correr su primer Dakar en enero de 2016.
Sorprendió desde el prólogo (fue el mejor argentino) y hasta el final no paró. Se convirtió en el primer piloto nacional en ganar una etapa (la 3) y terminó cuarto en la general, también logrando un récord argentino. Fue el winner rookie de la temporada (el novato más destacado) y el hombre de Honda que más lejos llegó. HRC, el equipo principal, se lo llevó de inmediato.
A partir de ahí se convirtió en piloto de elite y su 2017 fue mucho mejor de lo que esperaba, especialmente porque tuvo una operación pocos días antes de empezar el año.
El 2 de enero viajará a Lima para tomarse revancha en la 40ª edición del Dakar y esta vez estará junto a su hermano Luciano (de 22 años), como el nuevo integrante del equipo rival: KTM. Entre el 15 y 16 del primer mes de 2018 atravesará suelo salteño, ese que lo coronó días atrás como uno de los mejores deportistas de la historia.
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