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20 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Disminuir la ingesta de sal, aumentar la calidad de vida

Metafóricamente, la sal es el condimiento de la vida. Literalmente, la acorta y le quita calidad. Se estima que cada año se podría evitar 2,5 millones de muertes si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al nivel recomendado por la Organización Mundial de la Salud, de entre 3 y 5 gramos por día, poco menos que una cucharita de té.
Jueves, 02 de marzo de 2017 16:21

En Argentina el consumo promedio diario de sal por persona asciende a 11 gramos, más del doble de lo aconsejado, según los datos que se desprenden la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.
Una disminución de 3 gramos de la ingesta diaria evitarían 6.000 muertes en nuestro país, además de 60.000 eventos cardiovasculares y cerebrovasculares cada año.
Las consecuencias del excesivo consumo del cloruro de sodio o sal son cada vez más conocidas: hipertensión arterial, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares son las enfermedades más comunes.
Los expertos señalan que se observa una mayor concientización en la población sobre la utilización del salero en la mesa. 
Sin ir más lejos, en Salta, la utilización de sal al sentarse a la mesa en la mesa disminuyó en tuvo una disminución del 17,1% en 2005 al 11% en 2013, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.
“Por suerte, la gente está tomando mucha conciencia y se logró disminuir el consumo de sal. Ayudó mucho que se haya legislado el retiro de los saleros de las mesas en los restaurantes y demás lugares”, señaló a El Tribuno la Lic. en Nutrición Fabiaba Lobo.

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En Argentina el consumo promedio diario de sal por persona asciende a 11 gramos, más del doble de lo aconsejado, según los datos que se desprenden la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.
Una disminución de 3 gramos de la ingesta diaria evitarían 6.000 muertes en nuestro país, además de 60.000 eventos cardiovasculares y cerebrovasculares cada año.
Las consecuencias del excesivo consumo del cloruro de sodio o sal son cada vez más conocidas: hipertensión arterial, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares son las enfermedades más comunes.
Los expertos señalan que se observa una mayor concientización en la población sobre la utilización del salero en la mesa. 
Sin ir más lejos, en Salta, la utilización de sal al sentarse a la mesa en la mesa disminuyó en tuvo una disminución del 17,1% en 2005 al 11% en 2013, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.
“Por suerte, la gente está tomando mucha conciencia y se logró disminuir el consumo de sal. Ayudó mucho que se haya legislado el retiro de los saleros de las mesas en los restaurantes y demás lugares”, señaló a El Tribuno la Lic. en Nutrición Fabiaba Lobo.

Peligro encubierto
Pese a esta buena noticia, los profesionales aseguran que el mayor peligro radica en el consumo indirecto de sal, es decir, a través de la ingesta de alimentos procesados e industrializados.
De hecho, el 80% de la sal en la alimentación proviene de alimentos elaborados y la persona no es consciente de la cantidad de sal que está consumiendo.
“La sal está presente en una gran variedad de alimentos elaborados e industrializados. Por ello, es indispensable leer las etiquetas de cada alimento”, afirmó la Lic. Lobo.
La profesional destacó que hay que evitar la ingesta de aquellos alimentos en los que la sal es saborizante y conservante. Por ejemplo: los alimentosa curados en sal, como fiambres, embutidos, productos de copetín. “Hay que evitar las salchichas, los fiambres, los chorizos y morcillas, entre otros”, sostuvo. 
Otro grupo de alimentos prohibidos son los encurtidos. “Abarcan los escabeches y todo lo que esté preparado en salmuera, como picles, acietunas, pepinillos en vinagre, etc”.
También hay que evitar los alimentos instantáneos, como caldos, sopas instantáneas, aderezos, salsas de diverso tipo, como la de soja, y los enlatados. “Además del cloruro de sodio o sal, el sodio está presente en los alimentos industrializados, como 
los sorbatos de sodio y citratos de sodio, entre otros, que actúan a modo de conservantes. Por eso es importante leer las etiquetas de los alimentos. Por ello, deben consignar la cantidad de sodio. Dicha cifra no debe sobrepasar los 200 ml”, afirmó la profesional.
Los alimentos elaborados las galletas y todos los productos de panadería convellevan grandes cantidades de sal.
“El sodio se encuentra en todos los grupos de alimentos. Con una dieta variada, ingerimos la cantidad que nuestro cuerpo necesita. Pero sobrepasarla implica exponerse a numerosas patologías con consecuencias a largo plazo”, advirtió Lobo.

Algunos tips
Además de evitar los alimentos industrializados, es fundamental no agregar sal durante la preparación de los alimentos, porque se deberá utilizar más cantidad para lograr el mismo sabor. Se recomienda sustituirla por condimentos naturales, especias y hierbas para resaltar el sabor de las comidas durante la cocción.
No poner saleros en la mesa évitará la tentación.
También es oportuno escoger productos hiposódicos.
Cabe señalar que no se necesita sal para que los alimentos tengan un sabor apetitoso. 
El ajuste de las papilas gustativas lleva cierto tiempo, pero cuando uno se habitúa a una menor cantidad de sal, se aprecian más los alimentos y se reconoce una gama más amplia de sabores.
Si gradualmente se consume menos sal, gradualmente se querrá menos. La misma regla se aplica para el azúcar. 
Hipertensión, un “asesino” silencioso y prevenible
El exceso de sodio tiene consecuencias nefastas para la salud. La hipertensión arterial, las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares constituyen la primera causa de muerte en Argentina y el mundo.
Según estimaciones de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC Argentina), en nuestro país mueren por año 50 mil personas a causa de la hipertensión.
Esta enfermedad afecta a 1 cada 3 personas adultas, es decir, al 34% de la población, de acuerdo a las estimaciones de la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.
Además, desde la FIC señalan que si en nuestro país se lograra reducir 3 gramos de consumo diario de sal se evitarían 6.000 muertes por eventos cardiovasculares cada año.

Campañas
Del 10 al 17 de marzo próximos se realizará la Semana Mundial de la Sensibilización sobre la Sal impulsada por la Organzación Mundial de la Salud.
Este año la campaña se centrará en la importancia de las etiquetas nutricionales para informar a los consumidores sobre el contenido de sal en las comidas procesadas, una fuente de sal alimenticia cada vez mayor en los países en desarrollo y la principal fuente en los países desarrollados. 
Cabe señala que la ingesta excesiva de sal también puede ocasionar insuficiencia renal, cáncer de estómago y osteoporosis, la retención de líquidos (edema), obesidad y asma, entreb otros.
Uno de los objetivos de la OMS es reducir en un 30% el consumo de sal de la población mundial desde la fecha hasta 2025.

¿Qué es la hipertensión?
Es un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión alta que puede dañarlos. 
La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. 
Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear.
La tensión arterial normal en adultos es de 120 mm Hg1 cuando el corazón late (tensión sistólica) y de 80 mm Hg cuando el corazón se relaja (tensión diastólica). 
Cuando la tensión sistólica es igual o superior a 140 mm Hg y/o la tensión diastólica es igual o superior a 90 mm Hg, la tensión arterial se considera alta o elevada. Cuanto más alta es la tensión arterial, mayor es el riesgo de daño al corazón y a los vasos sanguíneos de órganos principales, como el cerebro y los riñones. Si la presión alta no se controla, puede provocar un infarto de miocardio, un ensanchamiento del corazón y, a la larga, una insuficiencia cardiaca.  Los vasos sanguíneos pueden desarrollar protuberancias (aneurismas) y zonas débiles que los hacen más susceptibles de obstruirse y romperse. 
La tensión arterial alta puede ocasionar que la sangre se filtre en el cerebro y provocar un accidente cerebrovascular. 
La hipertensión también puede provocar deficiencia renal, ceguera y deterioro cognitivo progresivo, entre otras consecuencias.

La mayoría de las personas con hipertensión no muestra ningún síntoma de la enfermedad, por ello se le conoce como el “asesino silencioso”. De allí la importancia de realizar controles médicos periódicos. En ocasiones, la hipertensión puede causar algunos síntomas como dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales.
Los profesionales hacen hincapié en la necesidad de llevar adelante un modo de vida saludable, con hábitos inculcados desde niños. Recomiendan comer cinco porciones de frutas y verduras al día, reducir la ingesta total de grasas y sal y realizar actividad física, entre otros.
 

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