Sobre la avenida Gaucho Méndez, o más conocida como la ruta a San Agustín o ruta provincial 21, y frente al ingreso al sector 13 de barrio Limache se ubica barrio Ciudad de Valdivia. En esta comunidad integrada pr 27 manzanas, con un promedio de 20 casas cada una, todas ellas habitadas, no cuentan con una escuela primaria ni espacios verdes destinados a las recreación de niños y adultos.
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Sobre la avenida Gaucho Méndez, o más conocida como la ruta a San Agustín o ruta provincial 21, y frente al ingreso al sector 13 de barrio Limache se ubica barrio Ciudad de Valdivia. En esta comunidad integrada pr 27 manzanas, con un promedio de 20 casas cada una, todas ellas habitadas, no cuentan con una escuela primaria ni espacios verdes destinados a las recreación de niños y adultos.
Sobre el ingreso al barrio se pueden ver dos manzanas sin construcción. En una de ellas los pastizales son los dueños del lugar.
Según comentaron los vecinos a El Tribuno, esta manzana está destinada para la obra de una escuela. "Los planos así lo dicen", explicó Yanina, que vive al frente del baldío y que tiene en su celular el plano del barrio.
El barrio ya tiene una década de existencia, y si bien los planos marcan toda una manzana destinada a la escuela, en ese espacio solo hay pastizales.
"Fuimos a averiguar a todos lados y nos dijeron que no hay fondos de Nación para hacer esa obra", lamentó Yanina.
Sobre la calle Isla Norte, los vecinos salieron a charlar con los enviados del diario. "La plaza es esto que ves. Además, ahora hay problemas con algunos integrantes del centro vecinal, porque quieren hacer canchas en este predio, que es para escuela", explicó la mujer.
Juana, que también vive en la zona, teme que una vez que se hagan las canchas terminen alquilándolas y que se pierda el espacio destinado para el edificio escolar. "Hoy los chicos del barrio van a las escuelas de Limache, San Carlos o el centro, porque acá no tenemos adónde mandarlos. Ya es toda una generación que ahora tiene que buscar colegio secundario fuera del barrio, porque acá tampoco tenemos eso", dijo con enojo Lucía.
La segunda manzana cuenta con un playón deportivo municipal y una placita saludable. "Los chicos no tiene dónde jugar y el playón está siempre copado por los grandes", dice Juana, que vive en la esquina y se encontró con El Tribuno cuando trataba de sacar a su hijo de 7 años de la acequia que rodea el barrio y que corresponde a una finca.
Otro reclamo
"La zona está cercada, pero si los chicos no tienen adónde ir es lógico que se pongan a cazar bichos acá", dijo la mujer mientras señalabas las aguas de riego.
Sobre el espacio destinado a zona de recreación, algunos vecinos levantaron otra cancha de fútbol. Ahí se reúnen pasadas las 20 un grupo de mayores a tomar cerveza.
"Nadie les dice nada. Ustedes pueden verlos, dejan las motos, juegan un rato a la pelota y se adueñan del lugar. Lo peor es que no son del barrio, pero no nos queda otra", aseguró Isabel, que comenzó a guardar su juego de jardín del frente de su casa para evitar un posible robo.
En una recorrida por el barrio, El Tribuno pudo comprobar que además de la falta de espacios verdes y una escuela el barrio tampoco cuenta con una buena iluminación y se complica la circulación en las calles del barrio por los restos de escombros en las esquinas y las calles rotas.