El barrio El Bosque es un peligro latente para todas las familias de la zona. Las enormes malezas, de más de 2 metros, se constituyen como la mayor amenaza para todos los vecinos que transitan hacia el barrio Santa Ana III.
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El barrio El Bosque es un peligro latente para todas las familias de la zona. Las enormes malezas, de más de 2 metros, se constituyen como la mayor amenaza para todos los vecinos que transitan hacia el barrio Santa Ana III.
El campo que rodea al barrio se convirtió en baldío porque nadie lo cuida. Solo la Municipalidad limpió el espacio, en enero último, pero en la parte que le corresponde, es decir, por el sector de las veredas.
Se debe decir que el campo es privado y que nunca tuvo un buen mantenimiento, a pesar de los múltiples reclamos de los vecinos.
"Yo cruzo en moto porque ya soy conocido por las personas que se ocultan entre las malezas, que les sirven de guarida. Pero las mujeres no se animan a pasar por ahí por el peligro que puede significar", dijo Daniel, un vecino de Santa Ana III que diariamente tiene que circular por el lugar.
Los vecinos tienen temor de difundir sus nombres, pero muchos hablan de la venta y el consumo de estupefacientes y sustancias prohibidas en ese monte, que se les sirve de camuflaje a muchos.
"Nosotras tenemos miedo por nosotras y por nuestras hijas. No podemos dejarlas solas por el barrio. Además, ahí está el obrador de los edificios que están construyendo y los trabajadores molestan a las mujeres", dijo Estela, que es vecina de El Bosque.
Varias vecinas se quejaron de los obreros de la construcción que se desempeñan en esa zona y no respetan a las mujeres que caminan por el barrio.
Descampado
Las obras también representan un peligro, porque están en un predio descampado que solo fue desmalezado a principio de año.
"Nosotros vemos que mucha gente se esconde por las noche en los obradores. No sabemos si entran a sacar cosas o a acecharnos. Tenemos miedo de salir", dijo otra vecina.
Otro problema es que el servicio de transporte urbano de pasajeros no ingresa al barrio El Bosque. Se trata del Corredor 8C, que solo llega hasta el final del barrio Juan Pablo II.
"Nosotros queremos que el colectivo entre aunque sea una cuadra más a nuestro barrio. En verano está todo bien, pero muchas nenas salen a las 7 rumbo a los colegios del centro. Pasa lo mismo con las que llegan después de la tarde, cuando ya es de noche. Le pedimos a la Autoridad Metropolitana del Transporte o a los propietarios de la empresa que vean la posibilidad de ampliar por dos cuadras el recorrido. Disminuir el trayecto que se debe hacer a pie sería muy tranquilizante para nosotras. Por todo este combo de situaciones, las mujeres tenemos mucho miedo", concluyó Estela, y pidió ayuda de las autoridades.
Lo mismo sucede en Juan Pablo II
La situación también es crítica en el barrio Juan Pablo II, donde los vecinos tienen miedo por el avance de las malezas. Sobre la avenida Romero y el canal, en el descampado que divide este barrio del Docente, hay un predio también descuidado. La Municipalidad limpió el sector en enero.
Las manzanas 60 y 61 son las más afectadas por la enorme cantidad de bichos que invaden los departamentos.
El temor de los vecinos tiene sus fundamentos porque ya aparecieron alacranes. En noviembre de 2015 un niño de tres años fue picado por un arácnido y luego falleció. El recuerdo de este hecho desespera a las madres que, tras finalizar el verano, siguen con la amenaza de las ratas y víboras, que cotidianamente se encuentran en la zona de los departamentos.