El barrio Miguel Aráoz mantiene vigente su histórico olvido y sus vecinos piden que alguna vez sean tenidos en cuenta dentro de las consideraciones de los planes municipales.
Desde hace años que sus vecinos vienen reclamando por el pésimo estado de las calles que faltan pavimentar, los seis terrenos baldíos y por los microbasurales que ya llevan más de veinte años de gestiones estériles.
La peor de todas las calles es la Diario del Norte, que tiene cinco cuadras que quedaron sin pavimentar y que se transforman en un verdadero infierno para sus frentistas.
La calle constituye la frontera sur del barrio cerrado del Jockey Club y es el centro de todas las quejas.
Los vecinos sufren en la temporada de lluvia. Esa calle se inunda de tal manera que se vuelve intransitable para cualquier tipo de vehículo. Solo los de gran porte pueden ingresar y destruyen lo que queda de senda. Cuando pasa el verano, la calle queda como una pista de enduro.
“Nosotros ya llevamos años de presentar notas ante la Municipalidad. Acá vino un montón de veces Miguel Isa cuando era intendente y siempre nos prometió y nunca cumplió. Solo pavimentó las calles por donde pasa el colectivo y nada más. Nosotros siempre pedimos en invierno que nos arreglen las calles porque en verano es imposible. Vemos cómo a los barrios Periodista o Intersindical les arreglan todo y a nosotros nada”, dijo Liliana, vecina de esa calle.
En la esquina de Diario del Norte con Pregón ya es clásica la inundación. Los vecinos hasta hoy están luchando contra la humedad en sus paredes y es por la enorme cantidad de basura que tiran en la misma calle. Los escombros forman diques de contención y empujan las aguas de las precipitaciones a las viviendas.
Esa esquina se convirtió en un verdadero vertedero a cielo abierto en donde desconocidos van a arrojar sus restos de obras, bolsas con basuras, los desechos de las podas de los árboles y todo tipo de basura que se piense. No hay ningún tipo de control y los vecinos aseguran que tiran los escombros de noche porque de mañana se dan cuanta de que el vertedero sigue creciendo y ocupando gran parte de esa calle, que es una avenida. Del otro lado las malezas de un terreno abandonado completan el paisaje para convertir a esa arteria en una senda típica del monte chaqueño.
Paralela a Diario del Norte, está la calle La Comadreja en donde es evidente que alguna vez quisieron hacer un canal de desagüe y quedó como una obra a medio terminar.
Son también histórico los reclamos de los vecinos de esa calle, esquina Colón; por los malos olores a raíz de una pérdida de líquidos cloacales. A los olores a cloacas y desagües mal terminados se le suman los de los caballos del Jockey Club que, alambrado de por medio, que tienen en ese predio.
Completa el paisaje de contaminación el depósito judicial de vehículos que está dentro del barrio y que en verano se constituye como agente propagador de mosquitos. El otro problema denunciado es el descampado entre Diario El Clarín, Radio Neuquén y la avenida Banchik.
Hay una cancha de fútbol y un terreno baldío que se vuelve propicio y un peligro latente, especialmente en la noche.
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El barrio Miguel Aráoz mantiene vigente su histórico olvido y sus vecinos piden que alguna vez sean tenidos en cuenta dentro de las consideraciones de los planes municipales.
Desde hace años que sus vecinos vienen reclamando por el pésimo estado de las calles que faltan pavimentar, los seis terrenos baldíos y por los microbasurales que ya llevan más de veinte años de gestiones estériles.
La peor de todas las calles es la Diario del Norte, que tiene cinco cuadras que quedaron sin pavimentar y que se transforman en un verdadero infierno para sus frentistas.
La calle constituye la frontera sur del barrio cerrado del Jockey Club y es el centro de todas las quejas.
Los vecinos sufren en la temporada de lluvia. Esa calle se inunda de tal manera que se vuelve intransitable para cualquier tipo de vehículo. Solo los de gran porte pueden ingresar y destruyen lo que queda de senda. Cuando pasa el verano, la calle queda como una pista de enduro.
“Nosotros ya llevamos años de presentar notas ante la Municipalidad. Acá vino un montón de veces Miguel Isa cuando era intendente y siempre nos prometió y nunca cumplió. Solo pavimentó las calles por donde pasa el colectivo y nada más. Nosotros siempre pedimos en invierno que nos arreglen las calles porque en verano es imposible. Vemos cómo a los barrios Periodista o Intersindical les arreglan todo y a nosotros nada”, dijo Liliana, vecina de esa calle.
En la esquina de Diario del Norte con Pregón ya es clásica la inundación. Los vecinos hasta hoy están luchando contra la humedad en sus paredes y es por la enorme cantidad de basura que tiran en la misma calle. Los escombros forman diques de contención y empujan las aguas de las precipitaciones a las viviendas.
Esa esquina se convirtió en un verdadero vertedero a cielo abierto en donde desconocidos van a arrojar sus restos de obras, bolsas con basuras, los desechos de las podas de los árboles y todo tipo de basura que se piense. No hay ningún tipo de control y los vecinos aseguran que tiran los escombros de noche porque de mañana se dan cuanta de que el vertedero sigue creciendo y ocupando gran parte de esa calle, que es una avenida. Del otro lado las malezas de un terreno abandonado completan el paisaje para convertir a esa arteria en una senda típica del monte chaqueño.
Paralela a Diario del Norte, está la calle La Comadreja en donde es evidente que alguna vez quisieron hacer un canal de desagüe y quedó como una obra a medio terminar.
Son también histórico los reclamos de los vecinos de esa calle, esquina Colón; por los malos olores a raíz de una pérdida de líquidos cloacales. A los olores a cloacas y desagües mal terminados se le suman los de los caballos del Jockey Club que, alambrado de por medio, que tienen en ese predio.
Completa el paisaje de contaminación el depósito judicial de vehículos que está dentro del barrio y que en verano se constituye como agente propagador de mosquitos. El otro problema denunciado es el descampado entre Diario El Clarín, Radio Neuquén y la avenida Banchik.
Hay una cancha de fútbol y un terreno baldío que se vuelve propicio y un peligro latente, especialmente en la noche.
Una calle que da miedo
No solo es el estado de la calle Diario del Norte, es el miedo que tienen los vecinos. Los residentes dicen que de noche es tierra de nadie. Nunca podaron los árboles y no hay luz.
Se le suma el hecho de la existencia de grupos de vándalos que azotan la zona volviéndola insegura para todos.
Piden que al menos la Municipalidad limpie, corte las ramas de los árboles y coloque luminarias nuevas para mejorar en algo el enorme malestar de los vecinos.
“Nosotros le pedimos al intendente Gustavo Sáenz que cambie nuestra situación. Que sea el primero que nos tenga en cuenta, porque hasta ahora nadie nos mejoró nuestra calidad de vida”, dijo la vecina Liliana.
Y esa calle es fundamental porque cuando hay accidentes sobre la Banchik, todo el tránsito se desvía por esa avenida para conectarse con Ex Combatientes de Malvinas.