Desde 2002, dos hombres y una mujer conformaron una empresa de servicios de sepelio que al momento de tener que atender a sus afiliados no cumple con su prestación. Las denuncias fueron varias y ahora la Justicia los condenó con penas que les permiten seguir en libertad.
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Desde 2002, dos hombres y una mujer conformaron una empresa de servicios de sepelio que al momento de tener que atender a sus afiliados no cumple con su prestación. Las denuncias fueron varias y ahora la Justicia los condenó con penas que les permiten seguir en libertad.
La semana pasada la jueza de Garantías 1, Ada Zunino, condenó a Daniel Eduardo Rodríguez a la pena de 2 años y 10 meses de prisión condicional, y a Marcelino Cristóbal Castillo y a Liliana Alejandra Fernández a la pena de 2 años y 5 meses de prisión condicional por el delito de estafa. Además, les impuso la realización de trabajo comunitario no remunerativo por un año, una vez a la semana durante dos horas.
El juicio se sustanció tras la investigación de una denuncia de un hombre cuya esposa había fallecido y estaba afiliada a la empresa Sepelios Salta. Al fallecer la mujer, el hombre fue hasta el lugar donde se suponía funcionaba la funeraria y descubrió que la empresa en realidad no existía.
Tras su denuncia, cuando la Fiscalía Penal 2 de la Unidad de Delitos Económicos, a cargo de María Eugenia Guzmán, inició la investigación aparecieron otros damnificados.
Una larga historia
Lo llamativo es que el trío vendría realizando estas maniobras desde hace unos 15 años. En agosto de 2013 y tras investigar una denuncia la Policía había "desbaratado una banda que afiliaba a personas a una empresa ficticia de servicio de sepelios".
La firma utilizaba como nombre comercial "Sepelios Salta" (el mismo por el que sus creadores fueron condenados ahora) y había sido desenmascarada tras una denuncia realizada el 23 de mayo de ese año en la comisaría 4. Allí se presentó el esposo de una mujer afiliada que había fallecido el día anterior y que no recibió el servicio contratado.
Pero el accionar de los dos hombres y la mujer ya había sido expuesto en 2004 por el yerno de otro afiliado, cuyo deceso no recibió el servicio de sepelio que, en ese entonces, había contratado con "Servicios Sociales Salta", que operaba desde el mismo domicilio: Tejada al 400 en el barrio Vicente Solá.