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Mujeres del arte y la cultura, en una búsqueda conjunta de visibilización

Sus valientes voces de denuncia pública han servido para empoderar a otras. Los riesgos de desmontar mecanismos de violencia y opresión machista.
Miércoles, 07 de marzo de 2018 18:47

Durante el último tiempo cobraron trascendencia las declaraciones de Calu Rivero, Mónica Ayos, Rose McGowan y otras actrices acerca de los abusos sufridos por parte de hombres de la industria, pero también de ex parejas en el ámbito intrafamiliar. Además, desde las alfombras rojas hollywoodenses se instalaron los movimientos #MeToo, que representa a víctimas de agresión o explotación sexual, y #Time’s Up, para frenar el abuso de poder en todas sus formas. Y se constató que a partir de las denuncias de mujeres con alta exposición pública cobraron valor las voces anónimas.

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Durante el último tiempo cobraron trascendencia las declaraciones de Calu Rivero, Mónica Ayos, Rose McGowan y otras actrices acerca de los abusos sufridos por parte de hombres de la industria, pero también de ex parejas en el ámbito intrafamiliar. Además, desde las alfombras rojas hollywoodenses se instalaron los movimientos #MeToo, que representa a víctimas de agresión o explotación sexual, y #Time’s Up, para frenar el abuso de poder en todas sus formas. Y se constató que a partir de las denuncias de mujeres con alta exposición pública cobraron valor las voces anónimas.

“No puedo creer el impacto, fue revelador, y me sirvió para ver que en la sociedad la reacción es distinta. Una espera concientización”, dijo Ayos, tras haber dado a conocer que hace más de 25 años fue violada y golpeada por el padre de su hijo mayor.

En este sentido Julieta Rivera, responsable del área de Promoción de Equidad de las Mujeres de la Subsecretaría de Políticas de Género, señaló que “el fenómeno actual evidencia que las mujeres por su sola condición de género están expuestas a situaciones en las que su integridad es vulnerada incluso en un ámbito al que podría considerarse inocuo como el del espectáculo. Las figuras públicas involucradas son en realidad las víctimas acalladas de un sistema social y económico en el cual no solo son subordinadas, sino explotadas y cosificadas, lo cual las iguala a cualquier otra mujer”.

Aquí en Salta la estandapera y conductoria radial Graciela Quipildor relató su experiencia de haber estado casada con un hombre violento en el ciclo de charlas TEDx y conmovió desde un lugar no habitual e incluso a partir de entonces asumió la responsabilidad de “convertir una herida en un servicio”. “Me llevó tiempo y terapia procesarlo antes de expresarlo. Se requiere mucho valor para contar una experiencia que ha sido dolorosa en un país y una provincia machista. Da miedo, da vergüenza. Si nos fijamos en las famosas que denunciaron historias de abusos, vemos que generalmente son cuestionadas, agredidas y revictimizadas por televidentes, usuarios de redes sociales e incluso periodistas”, señaló Graciela.

Coincidió con ella Julieta, quien advirtió que “es sobre estas representaciones que se debe trabajar para desmontar los mecanismos de la violencia y la opresión, con todas las herramientas de que se dispongan: educación, familia, medios de comunicación... pero sumando la noción de sororidad, surgida del principio máximo del feminismo”.

Para Julieta la sororidad como reconocimiento mutuo, plural y colectivo entre mujeres echa luz sobre esta intención. “Lo personal es político y lo que le sucede a una mujer les sucede a todas. El mundo y sus relaciones establecidas por las normas patriarcales y capitalistas deben cambiar y esto se va a lograr en la medida que entre las mujeres los vínculos de solidaridad y reciprocidad empiecen a desterrar esa rivalidad y desconfianza que se nos enseñó desde siempre para desunirnos, porque juntas y hermanadas somos invencibles”, definió. Y tal vez esa era la visión primigenia de la activista Tarana Burke, creadora del “Me too Movement”, de que más allá de la popularidad se pueda crear un punto de entrada a la recuperación de otras supervivientes y que se cumpla el objetivo de que la violencia de género se aborde como un asunto de justicia social. Por el momento, he aquí lo que mujeres de la cultura y el espectáculo dicen en el Día Internacional de la Mujer.

Las frases destacadas

Yeni Delgado, directora asistente de la Orquesta Sinfónica: “Las mujeres que tenemos la oportunidad de estar en un cargo somos responsables ante la sociedad. Siempre nos han considerado como un símbolo de delicadeza, pero somos más que eso, somos un eje de fuerza dentro de la sociedad. Aún debemos seguir luchando por la igualdad: a las mujeres nos exigen más competencias que a los hombres para ocupar un mismo cargo y ser hombre o mujer es una condición sexual, no intelectual. El lugar de la mujer en la sociedad no es algo que se deba debatir”.

Vidala Barboza, directora del Ballet Folclórico: “Para mí, es muy gratificante ver el lugar que la mujer va ocupando paso a paso en nuestra sociedad. No solo por la igualdad de género, sino también por lo que podemos aportar. Creo que tenemos una sensibilidad que el hombre no posee, una capacidad de resolución ante cualquier situación que es algo que viene como un instinto natural. Brindo por cada mujer que logra sus metas y objetivos trabajando y demostrando que se puede. Hoy agradezco ver y vivir estos tiempos, que son históricos”.

María Fernanda Bruno, driectora de Música de Cámara: “Hoy la mujer puede ocupar cargos muy importantes. Pero hay un momento de debilidad, que lo tenemos con nuestros hijos o nuestra pareja. Ser madres o tener la posibilidad de serlo ya nos marca y nos da una sensibilidad especial. En Salta la mujer tiene una cuestión más delicada e, incluso, es más sumisa, pero va al frente y es muy fuerte. A veces, el feminismo es llevado a un extremo. Hay que encontrar un equilibrio en todo, más en el arte, donde los músicos estamos como desnudos en un escenario”.

Fátima Flórez, houmorista: “Celebro este momento, en el cual estamos tomando un rol cada vez más protagónico en todos los aspectos de la vida. La voz de la mujer se
está alzando de una manera muy importante, con lo cual se nos escucha mucho más. Eso es muy bueno y lo celebro muchísimo. Yo también, de alguna manera, siento que represento a la mujer: lo veo todas las noches en el público femenino que me sigue. Me encanta que las mujeres estemos ocupando cada vez lugares y roles más importantes. Y que nuestra voz se haga oír”.

Anita Martínez, actriz y humorista: “En este contexto conmemorar un día tiene sabor a poco, pero a medida que pasan los años las mujeres nos afianzamos más en nuestra unión y en desarmar un entramado vetusto. Somos sobrevivientes, guerreras y creadoras. Estamos ganado la batalla al atraso. Estamos llenas de nobleza, porque lo hacemos por nosotras y por la otra. Por eso, hoy reivindico esas luchas que todas tenemos en grupo y en silencio. También a todos los hombres que apoyan esta lucha desde la empatía y la sinceridad”.

Gabriela Vázquez, actriz y comediante: "Soy actriz, ámbito de muchos egos y esos son tal vez los monstruos más grandes para demoler. Me siento voz y reflejo de mujeres, ya sea caracterizándolas o poniéndoles voz a aquellas ellas que no pueden hablar. Cuando uno escribe, tiene el enorme placer de reflejar vidas que no son vistas, que sufren y que de alguna manera intento rescatar. Muchas veces en la provocación misma de una obra, nace la reflexión y se visibilizan situaciones que creemos lejanas a lo que somos o a nuestras vidas. Nada con egoísmo puede funcionar, entonces nos toca abrir los ojos y aceptar para comenzar a buscar soluciones al problema en sí". 

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