En la Villa San Antonio se vivió una semana convulsionada tras el partido de ida frente a Deportivo Marapa. El hincha arrancó el lunes con mucha ansiedad y con ganas que se juegue ya la revancha.
Las calle Independencia une a las diferentes agrupaciones de esta gran barriada, fieles a los colores azulgranas. Vecinos y comerciantes de la zona ya se preparan para lo que será la gran final de vuelta por el ascenso al Federal B frente a los tucumanos.
Muchos de ellos coincidieron que el domingo “no quedará nadie en la villa”, y en el estadio Martearena será donde este depositada toda la confianza para que el equipo que dirige Martín Martos pueda dar la tan ansiada vuelta olímpica.
Es que hace años que la villa no se encuentra en una etapa definitoria y es la primera vez en su historia que disputará una final por un ascenso. Y nadie de la villa se quiere quedar afuera.
La postes de luz pintados de azul y rojo, graffitis por doquier en cualquier calle y murales que demuestran el amor incondicional por San Antonio.
Los preparativos comenzarán hoy, en los diferentes puntos del barrio, donde se ubican sus caracterizadas agrupaciones de hinchadas.
Juntar los diarios para hacer los papelitos, el ensayo de los bombos y trompetas y la coordinación del recibimiento se planificará desde hoy.
“Queremos que sea una fiesta y a la fiesta la vamos a poner nosotros”, dice Rubén, uno de los tantos hinchas que luce orgulloso la camiseta de su amado club.
Más allá de la mala fama que se le hizo a la villa, mucha gente colabora entre sí para salir adelante y son conscientes de que este domingo están cerca de entrar el la página grande del fútbol salteño y del Consejo Federal.
En los pasajes, la gente mayor se sienta en las veredas a tomar mate cocido y a simple vista uno ni se imagina que también están hablando de lo que será el domingo. “Habrá que cerrar todo, juntar a los hijos, nietos y subir al camión para ir a la cancha”, remarca la abuela Casilda, una de las más populares de San Antonio, y que sueña junto a todo el barrio.
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En la Villa San Antonio se vivió una semana convulsionada tras el partido de ida frente a Deportivo Marapa. El hincha arrancó el lunes con mucha ansiedad y con ganas que se juegue ya la revancha.
Las calle Independencia une a las diferentes agrupaciones de esta gran barriada, fieles a los colores azulgranas. Vecinos y comerciantes de la zona ya se preparan para lo que será la gran final de vuelta por el ascenso al Federal B frente a los tucumanos.
Muchos de ellos coincidieron que el domingo “no quedará nadie en la villa”, y en el estadio Martearena será donde este depositada toda la confianza para que el equipo que dirige Martín Martos pueda dar la tan ansiada vuelta olímpica.
Es que hace años que la villa no se encuentra en una etapa definitoria y es la primera vez en su historia que disputará una final por un ascenso. Y nadie de la villa se quiere quedar afuera.
La postes de luz pintados de azul y rojo, graffitis por doquier en cualquier calle y murales que demuestran el amor incondicional por San Antonio.
Los preparativos comenzarán hoy, en los diferentes puntos del barrio, donde se ubican sus caracterizadas agrupaciones de hinchadas.
Juntar los diarios para hacer los papelitos, el ensayo de los bombos y trompetas y la coordinación del recibimiento se planificará desde hoy.
“Queremos que sea una fiesta y a la fiesta la vamos a poner nosotros”, dice Rubén, uno de los tantos hinchas que luce orgulloso la camiseta de su amado club.
Más allá de la mala fama que se le hizo a la villa, mucha gente colabora entre sí para salir adelante y son conscientes de que este domingo están cerca de entrar el la página grande del fútbol salteño y del Consejo Federal.
En los pasajes, la gente mayor se sienta en las veredas a tomar mate cocido y a simple vista uno ni se imagina que también están hablando de lo que será el domingo. “Habrá que cerrar todo, juntar a los hijos, nietos y subir al camión para ir a la cancha”, remarca la abuela Casilda, una de las más populares de San Antonio, y que sueña junto a todo el barrio.