Salta recibe septiembre con todo el fervor por la Fiesta del Milagro. Ayer se celebró el Milagrito con los niños de los jardines de infantes y hoy por la mañana la Catedral recibió a los chicos más grandes que asisten a la Catequesis en las parroquias de la ciudad capitalina. Entre globos de distintos colores, porras, banderillas y un cielo despejado con un sol radiante, las infancias dijeron presente y escucharon la misa presidida por el Monseñor Mario Cargnello. Bajo el proverbio "Dejad que los niños vengan a mi", familias salteñas se acercaron hasta la Plaza 9 de Julio acompañando a los hijos, hermanos, nietos y sobrinos que se encuentran en la etapa de la niñez, teniendo a Dios presente en sus vidas.
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Salta recibe septiembre con todo el fervor por la Fiesta del Milagro. Ayer se celebró el Milagrito con los niños de los jardines de infantes y hoy por la mañana la Catedral recibió a los chicos más grandes que asisten a la Catequesis en las parroquias de la ciudad capitalina. Entre globos de distintos colores, porras, banderillas y un cielo despejado con un sol radiante, las infancias dijeron presente y escucharon la misa presidida por el Monseñor Mario Cargnello. Bajo el proverbio "Dejad que los niños vengan a mi", familias salteñas se acercaron hasta la Plaza 9 de Julio acompañando a los hijos, hermanos, nietos y sobrinos que se encuentran en la etapa de la niñez, teniendo a Dios presente en sus vidas.
Algunos fieles en el lugar hablaron con El Tribuno y contaron cómo esperan vivir el Milagro. "Es una época de oración y la vivo emocionada, estamos viviendo un momento muy difícil en cuanto a lo económico, la salud y la inseguridad, así que me llama mucho venir a pedir por eso", dijo Marta.
Marcos, otro fiel que acompañó a su hija al Milagro de la Infancia y de la Catequesis, contó que este año quiere agradecer por todo lo bueno y malo que transcurrió en su vida: "También se agradece por las cosas malas porque de eso aprendemos, también por dejarme estar con mi familia, con mis seres queridos. En estos tiempos difíciles que vivimos hay que dar las gracias porque tenemos trabajo y una estabilidad", expresó.
La fe es algo que se transmite y también una herencia que va de generación en generación. Una mujer mayor que estaba emocionada por la gran cantidad de niños presentes frente a las imágenes de los Santos Patronos, recordó cuando de niña ella se acercaba a la Catedral en compañía de su mamá: "Desde chiquita mi mamá siempre me lo inculcó y ahora yo se los inculco a mis nietos", dijo Noemí. También contó que va a pedirle al Señor por la salud, el trabajo y que el Milagro "ilumine a nuestros gobernantes".
Noemí estaba en compañía de su amiga Susana, quien con orgullo se definió "muy católica" y que estas fechas las vive muy felíz. "Le voy a pedir por la salud de los nietos y la de todos los niños del mundo. Sigo manteniendo la fe que me transmitió mi madre así que seguramente pasaré el Milagro muy contenta", finalizó Susana.
Las misas y oraciones continuarán hasta el 15 de septiembre, día en que se realizará la tradicional procesión de las imágenes por las calles de Salta. Miles de fieles se acercan cada día a la Catedral para rezar y compartir la fe por el Señor y la Virgen del Milagro.