Con sus 2.531 metros sobre el nivel del mar, su cercanía y su accesibilidad, la localidad de Cachi es el centro de entrenamientos elegido por atletas uruguayos, argentinos y de otros países de la región que van a entrenar ahí para trabajar en altura y tener luego mejores rendimientos en competencias en el llano.
Históricamente varios atletas internacionales de elite, muchos de ellos olímpicos y/o mundialistas, realizaron tramos de sus ciclos de entrenamiento en la pequeña urbanización que tiene más de 2.500 habitantes y que se destaca por sus casas de adobe y sus edificios coloniales blancos.
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Con sus 2.531 metros sobre el nivel del mar, su cercanía y su accesibilidad, la localidad de Cachi es el centro de entrenamientos elegido por atletas uruguayos, argentinos y de otros países de la región que van a entrenar ahí para trabajar en altura y tener luego mejores rendimientos en competencias en el llano.
Históricamente varios atletas internacionales de elite, muchos de ellos olímpicos y/o mundialistas, realizaron tramos de sus ciclos de entrenamiento en la pequeña urbanización que tiene más de 2.500 habitantes y que se destaca por sus casas de adobe y sus edificios coloniales blancos.
En Cachi se inauguró en noviembre en 2001 una pista de de 400 metros y cuatro carriles, la que fue recorrida por los deportistas que llegaban aquí para mejorar su consumo de oxígeno aprovechando la altura.
Atletas uruguayos como los olímpicos Nicolás y Martín Cuestas, María Pía Fernández, presente en Tokyo 2020, Lorena Sosa, Cristhian y Andrés Zamora, maratonista olímpico en Río 2016 junto a los mellizos Cuestas y quien actualmente está entrenando en Cachi, vinieron varias veces a la localidad para optimizar sus rendimientos físicos.
También talentos olímpicos argentinos como Mariano Mastromarino, Federico Bruno o Belén Casetta, entre tantos otros, hicieron largas pasadas en esa pista, al igual que otros corredores de la región, como el paraguayo Derlis Ayala.
Pero en 2023 el trillado óvalo fue cerrado y así permanece a pocos meses de los Juegos Olímpicos de París 2024, la gran cita para la que varios atletas están buscando marcas o puntos para el ranking. Por ese motivo, los propios deportistas decidieron construir una pista de tierra alrededor de una cancha de fútbol.
Los atletas armaron su pista de tierra, con picos, palas y rastrillos, limpiando la superficie en un terreno que se caracteriza por tener muchas piedras sueltas. Los deportistas marcaron el perímetro circular con piedras de mayor tamaño, las que pintaron especialmente de blanco para que se noten.
Y ahí hacen sus entrenamientos. Si bien tienen el espacio para correr, en condiciones muy precarias pero donde puede realizar sus rutinas, en el lugar no hay baños ni agua, y el caño a la red hídrica más cercano está a 1.500 metros.
Por ese motivo, lanzaron una campaña en las redes para que quienes puedan y quieran, colaboren y de esa forma mejoren su pista, la "pista del desierto", como la llaman, con la compra de caños para que llegue el agua potable y también instalar un techo que funcione como vestuario.
Con París 2024 a la vuelta de la esquina, los atletas se las ingenian para no perder tiempo y entrenar como puedan.