Y se dio la noche esperada, aquella en la que el astro argentino Lionel Messi se dio el gusto de enfrentar a Newell´s Old Boys de Rosario, el club de sus amores, el idilio de su niñez, allí donde comenzó a forjar sus sueños de gloria grandeza. Y fue anoche la cita soñada, en el estadio Drive Pink de Fort Lauderdale, donde la igualdad 1 a 1 entre su Inter Miami y la lepra rosarina quedó al margen y como un hecho anecdótico, tras la participación por primera vez en la historia del crack ante la institución de su infancia.
inicia sesión o regístrate.
Y se dio la noche esperada, aquella en la que el astro argentino Lionel Messi se dio el gusto de enfrentar a Newell´s Old Boys de Rosario, el club de sus amores, el idilio de su niñez, allí donde comenzó a forjar sus sueños de gloria grandeza. Y fue anoche la cita soñada, en el estadio Drive Pink de Fort Lauderdale, donde la igualdad 1 a 1 entre su Inter Miami y la lepra rosarina quedó al margen y como un hecho anecdótico, tras la participación por primera vez en la historia del crack ante la institución de su infancia.
El encuentro contó con una masiva convocatoria de hinchas leprosos que viajaron a Estados Unidos para ser testigos, no solo del último encuentro de pretemporada para el conjunto floridiano, sino también de la presencia del mejor futbolista del planeta.
Antes del partido, Messi, junto al DT de Inter Miami, Gerardo "Tata" Martino, también hombre fuerte para la historia de Newell's, y Maximiliano Rodríguez, ídolo de la lepra, intercambiaron camisetas y Leo se dio el gustazo de posar con la rojinegra que tanta pasión le generó desde niño.
Luego llegó la ovación, la magia (en una acción apiló rivales y definió de zurda entre varios defensores, pero su remate se fue apenas desviado; en otra un tiro libre pasó muy cerca) y más ovación, cuando la Pulga fue reemplazado a los 15' del segundo tiempo.
Para el anecdotario, quedará el gol de Shanyder Borgelin para los de Miami (18' ST) y el empate de Newell's a través de Franco Díaz (37' ST).