Recuperaron las máquinas, las pusieron a punto, el municipio las ayudó en la compra de los materiales y de los insumos y en tiempo récord 4 emprendedoras de General Mosconi entregaron 300 guardapolvos escolares que la provincia les compró y que fueron distribuídos entre niños del propio municipio.
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Recuperaron las máquinas, las pusieron a punto, el municipio las ayudó en la compra de los materiales y de los insumos y en tiempo récord 4 emprendedoras de General Mosconi entregaron 300 guardapolvos escolares que la provincia les compró y que fueron distribuídos entre niños del propio municipio.
La fabricación de esta primera partida de guardapolvos les abre la puerta, pero sobre todo las ilusiones, de saber que pueden proveer a las escuelas pero también al hospital, a la clínica, a las empresas de servicios y a los comercios de delantales, ambos y el equipamiento que les sea necesario como también fabricar ropa blanca (sábanas, toallas o cortinas) y darle vida continuidad a su emprendimiento.
La intendente de Mosconi Ana Guerrero Palma explicó en qué consiste la iniciativa que tiene tan entusiasmadas al grupo de mujeres de su pueblo: "Ellas no tienen planes sociales y tampoco son eventuales del municipio. Se trata de un convenio para darle un primer impulso a las textiles de Mosconi que estaban paradas y sin ninguna actividad. Eran cuatro pequeñas fábricas que estuvieron frenadas muchos años y cuando surgió esta posibilidad de que pudiesen trabajar las contactamos a las mujeres porque ya las teníamos en vista hacía mucho tiempo. Ni ellas ni nosotros conocíamos qué capacidad de producción tendrían en 30 días, porque la idea era que en ese lapso pudieran entregar los delantales y pintorcitos en un número de alrededor de 300. Ahora ya saben cuál es su capacidad de producción y pueden ajustar todos los detalles".
Una fábrica de calzados
Guerrero precisó que "apenas la provincia nos acredite el pago de las 300 prendas, se le entregará a las emprendedoras para que lo administren ellas y que autosustentan su iniciativa. Afortunadamente ellas pudieron recuperar algunas máquinas porque muchas otras se perdieron, se dañaron y eran elementos de trabajo que habían llegado hacía mucho tiempo luego que se presentaran proyectos o que pertenecían a agrupaciones sociales o programas nacionales. Pero también queremos recuperar una fábrica de calzado porque el ánimo que tienen estas emprendedoras, de saber que pueden encontrar una salida laboral, perfeccionarse en lo que hacen, es algo que debemos apreciar y darle todo el valor".
En cuanto al calzado la jefa comunal mosconense explicó que "tienen tanta ilusión que hasta piensan en fabricar calzado de seguridad pero ahí tenemos el inconveniente que tienen que obtener la certificación de normas de seguridad porque la utilizan operarios que trabajan con riesgos. En ese emprendimiento tenemos que analizar un poco más el tema del costo de los insumos y el posible mercado que puedan tener para colocar sus productos. Por eso mi sugerencia fue que comiencen con calzado más sencillo de todo andar, como alpargatas o zapatillas de lona. Tenemos la plena seguridad que lo que lancen al mercado será de muy buena calidad y lo demostraron con los pintorcitos y los delantales que tienen una excelente terminación y cuidaron todos los detalles. Eso garantiza que los productos se puedan vender y competir de igual a igual a lo que viene de las grandes fábricas".
Uniformes para comercios o industrias, indumentaria para el área de salud pública o de clínicas o sanatorios y la ropa de cama pueden conformar un mercado interesante para las emprendedoras que ya se lanzaron a trabajar "y que tienen todas las ganas de producir y nuestro incondicional apoyo para guiarlas y que sus iniciativas sean exitosas" explicó la intendente mosconense.