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A 50 años la zamba que le canta a la mujer de El Tala, cuna de artistas

Sabado, 10 de diciembre de 2011 19:52
En el Seminario Metropolitano de Salta, Pérez descubrió los valores de la literatura grecorromana, lo que despertó su vocación poética.
El Tala fue la cuna de la famosa escultura Lola Mora, al igual que el destacado bandoneonista Marcos Tames.

“Achalay, mi sueño es volverte a ver, pero la distancia me roba el sueño de ser tu dueño, pronto iré a buscarte, mi taleñita, de mi querer”, reza el estribillo de la reconocida zamba La Taleñita, que esta temporada cumple 50 años en el circuito folclórico. Rubén Pérez, autor en letra y música, es un continuo defensor de este género musical y a través de los años le aportó numerosas obras al folclore.

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En el Seminario Metropolitano de Salta, Pérez descubrió los valores de la literatura grecorromana, lo que despertó su vocación poética.
El Tala fue la cuna de la famosa escultura Lola Mora, al igual que el destacado bandoneonista Marcos Tames.

“Achalay, mi sueño es volverte a ver, pero la distancia me roba el sueño de ser tu dueño, pronto iré a buscarte, mi taleñita, de mi querer”, reza el estribillo de la reconocida zamba La Taleñita, que esta temporada cumple 50 años en el circuito folclórico. Rubén Pérez, autor en letra y música, es un continuo defensor de este género musical y a través de los años le aportó numerosas obras al folclore.

Este autor, compositor, poeta, escritor e intérprete, nació en el sur de la provincia, en la localidad de El Tala, departamento de La Candelaria, la misma tierra que Lola Mora, sostuvo orgulloso.

“Desde muy pequeño me incliné por la música. A los 10 años gané un certamen de canto en mi pagos, que organizó un parque de diversiones. Recibí una esmerada formación humanística. En el Seminario Metropolitano de Salta descubrí los valores de la literatura grecorromana, lo que despertó mi vocación poética. Allí, pulsé por primera vez una guitarra, que me enamoró y acompañó hasta el presente”, afirmó Pérez.

Con solo 12 tempranas temporadas comenzó a escribir sus primeros poemas y canciones, “Dos años después, sentí la necesidad de homenajear a la mujer de mi pueblo: la agraciada y bella taleña, así nació La Taleñita. La zamba la llevaron al Festival de Cosquín, Las Voces de Orán, allá en 1972, quienes también la inmortalizaron en su primer disco. Lógicamente que adquirió notable repercusión con la grabación de Oscar Chaqueño Palavecino.

Rubén siempre fue muy inquieto y ya en su adolescencia fundó la academia de danzas “A orillas del río Tala”. El recordado bandoneonista Marcos Tames, también taleño, le dedicó una cueca a este lugar de aprendizaje.

“En mi pueblo yo trabajaba con las fotografías, pero un día me salió un nombramiento de cartero en Orán. Así me trasladé al norte de la provincia. Allí empecé a tener mayor roce con los folcloristas, en especial de Las Voces de Orán. Además, obtuve varios primeros puestos en certámenes de canto”.

En el binomio con Daniel Toro también surgieron obras perdurables, como “Cielo de la baguala”.

“La Joaquín V. González la llaman los changos de Anta, revoleando los ponchos todos la bailan y cantan”, dice la primera estrofa de esta zamba, que por siempre se pensó que se titulaba La Joaquín V. González.

Rubén Pérez es un hombre de mundo, con largo camino recorrido, donde las fronteras no fueron impedimento para llevar su propuesta, “Viví cinco años en España, donde incursioné en el tango, los boleros y las canciones folclóricas sudamericanas. En Cáliz, grabé un disco de corte romántico, con la orquesta salteña Los Géminis. En el 2003 tuve el placer de realizar una gira por Francia, junto a Dino Saluzzi, Melania Pérez, Balbina Ramos y el recordado Lito Nieva. Hace dos años viajé a Italia, invitado por la Universidad de Udine, para participar de unas jornadas sobre la tradición. En aquella oportunidad me acompañó mi hijo Fabio y el poeta Eduardo Ceballos”.

En su plano de cantor jamás olvidará su paso por Los Trinares de Salta: “Fue un buen trío, inclusive grabamos un disco que tuvo amplia difusión en el mercado del folclore”.

Lo cierto es que numerosas canciones de la autoría de Rubén Pérez nutren el amplio repertorio del cancionero popular.

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