A 36 años de su secuestro y desaparición, familiares de Pedro Francisco Nuñez pidieron Justicia y que aparezcan los restos del albañil que residía en el barrio Lugano, en la zona sur de San José de Metán.
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A 36 años de su secuestro y desaparición, familiares de Pedro Francisco Nuñez pidieron Justicia y que aparezcan los restos del albañil que residía en el barrio Lugano, en la zona sur de San José de Metán.
El padre y dos hermanas de la víctima dialogaron con El Tribuno y se mostraron conformes con la reciente decisión del Juzgado Federal 1 de Salta, a cargo de Julio Leonardo Bavio, quien ordenó la elevación a juicio de una causa en la que se investigaron cinco hechos ocurridos durante la dictadura militar en el departamento Metán. Entre ellos se encuentra el Pedro.
“Recuerdo que esa noche estábamos durmiendo cuando un grupo de policías armados nos despertaron y exigieron la presencia de Pedro Francisco. Luego se lo llevaron junto a otros tres de mis hijos y no nos dieron explicaciones, simplemente dijeron que les iban a tomar declaraciones”, relató Juan Pablo Nuñez, padre del metanense desaparecido.
El hombre actualmente tiene 96 años, es exferroviario y recordó que “vivimos momentos angustiantes y de mucha incertidumbre. A los días siguientes comenzaron a liberar de a uno a mis hijos José Antonio, Juan Carlos y a Oscar, que fue el último en recuperar la libertad al cuarto día. Pero a Pedro Francisco no lo volvimos a ver jamás”.
Un peregrinar
Pedro Francisco Nuñez tenía 23 cuando desapareció. Era el quinto de ocho hermanos. “Queremos que los restos de mi hermano aparezcan para darles sepultura. Revivir todo esto es muy doloroso para mi familia. Luego de su secuestro yo hice trámites desde agosto de 1976 ante el Ministerio del Interior, en Derechos Humanos y la Organización de Estados Americanos, pero hasta ahora no obtuvimos respuestas. También nos tomaron muestras de ADN a los familiares para cotejar con los cuerpos hallados, pero seguimos esperando”, dijo con lágrimas en los ojos Rosa Margarita Nuñez, hermana.
“Ya perdimos las esperanzas de hallarlo con vida. Nunca nos dieron explicaciones porque no tenían motivos para hacer lo que hicieron. Fue una gran injusticia”, destacó.
Por esos hechos fueron procesados Eduardo del Carmen Del Valle, quien se desempeñaba como director de Tránsito en Metán, Rafael Rolando Perelló, quien era oficial subayudante de la Policía de la Provincia y trabajaba en la comisaría de esa ciudad, Marcos Honorio Medina, que era agente de la comisaría de ese lugar, Miguel Raúl Gentil, quien en ese momento era jefe de la Policía, y Carlos Alberto Mulhall, el entonces jefe de la guarnición Ejército Salta.
El Juzgado Federal 1, a cargo de Bavio, también investigó la privación ilegítima de la libertad y el homicidio de los hermanos Luis Roberto Ortega y José Napoleón Ortega, ocurrida el 29 de mayo de 1976.
También otro hecho en el que fue víctima Gerónimo Concha Canseco, quien fue secuestrado el 1 de junio de 1976 por un grupo de individuos armados que se desplazaban en un vehículo marca Ford Falcon de color blanco, desde la finca denominada Sacha Pera y otro en el que desapareció Mario Domingo Monasterio Sánchez en la noche del 28 de enero de 1976 cuando regresaba desde el Club Argentino de Bochas hacia su domicilio en Metán.