Ramón Amado Apaza, su mujer Silvina Mónica Cruz y su cuñada María del Carmen Apaza, concurrieron el jueves por la tarde a la intersección de la avenida Decavi y ruta provincial 35 de la localidad El Tala, lugar donde se desarrollaba un acto en el cual el gobernador, Juan Manuel Urtubey, acompañado del intendente, Manuel Norberto Paz, estaban por inaugurar el pavimento de la mencionada ruta y obras para esta localidad.
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Ramón Amado Apaza, su mujer Silvina Mónica Cruz y su cuñada María del Carmen Apaza, concurrieron el jueves por la tarde a la intersección de la avenida Decavi y ruta provincial 35 de la localidad El Tala, lugar donde se desarrollaba un acto en el cual el gobernador, Juan Manuel Urtubey, acompañado del intendente, Manuel Norberto Paz, estaban por inaugurar el pavimento de la mencionada ruta y obras para esta localidad.
La familia Apaza arribó al lugar una media hora antes de la llegada del gobernador, provisto de un pequeño cartel armado con papel afiche donde se leía la frase: “Queremos hablar con Ud. Sr. Gobernador”.
“Cuando fuimos advertidos por funcionarios y empleados municipales, comenzaron a cuestionarnos por dicha actitud, nos hostigaron y recordaron que desde la Municipalidad de El Tala nos habían dado calzado para nuestros hijos y harina para el pan”, relató Apaza.
La carta
A pesar de ello, la comitiva del gobernador se les acercó para decirles que Urtubey habla con todas las personas sin necesidad de carteles. “Nos solicitaron una carta, que ya habíamos escrito, donde manifestamos todas nuestras penurias y al mismo tiempo le solicitamos ayuda para adquirir herramientas para trabajar con el ají, que es el producto que sabemos hacer”, dijo Silvina Cruz.
Explicó que la carta no la tenía en sus manos pues la había dejado en su casa, por lo que fue a buscarla. Pero al regresar no estaban ni su marido ni su cuñada. “Ocurrió que el subcomisario de El Tala le dijo a mi marido que si no nos retirábamos del lugar nos iban a detener, es por eso que se fueron y no pudimos hablar con el gobernador”. Asimismo agregó que “de todos modos, pude entregar la carta a una persona de la comitiva. Esperemos que nos den una solución, ya que el intendente Manuel Paz nos cerró las puertas a pesar de que conoce nuestra realidad”.
La difícil situación
La familia Apaza vive en la calle 25 de Mayo 186 y se compone del matrimonio y siete hijos en edad escolar, entre 7 y 18 años. Viven hacinados en una humilde y precaria vivienda de El Tala.
El único ingreso de la familia son los $ 1.800 que recibe mensualmente Silvina Cruz por pensión de madre de siete hijos.
Por su parte Ramón, que es un pequeño productor de ají, se dedica a realizar changas o bien con su pequeña y vieja camioneta multicarga modelo 65 efectúa traslados de cualquier objeto que le solicitan a un costo de $ 20.