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El fiscal y el juez de la tragedia de Once están enfrentados

Lunes, 05 de noviembre de 2012 01:09
El fiscal Delgado le reprochó al juez que la mala relación se convirtió en “rasgos sistémicos a lo largo del año”.

El duro enfrentamiento que protagonizaron semanas atrás el juez federal Claudio Bonadío y fiscal Federico Delgado, en el marco de la investigación por la tragedia ferroviaria de Once, volvió a sumar otro capítulo, luego que el fiscal acusara al juez de tener rasgos autoritarios y señalara que la relación se convirtió en “un juego imposible”.

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El fiscal Delgado le reprochó al juez que la mala relación se convirtió en “rasgos sistémicos a lo largo del año”.

El duro enfrentamiento que protagonizaron semanas atrás el juez federal Claudio Bonadío y fiscal Federico Delgado, en el marco de la investigación por la tragedia ferroviaria de Once, volvió a sumar otro capítulo, luego que el fiscal acusara al juez de tener rasgos autoritarios y señalara que la relación se convirtió en “un juego imposible”.

“Si bien un jugador, el Ministerio Público, interpela constantemente al Poder Judicial, el Poder Judicial utiliza otras cartas, ya que no utiliza la ley. Actúa de manera arbitraria protegido por una capacidad decisiva: sus decisiones tienen carácter autoritario”, criticó Delgado en el marco de una causa en la que él reclamó en dos oportunidades la desestimación de la denuncia y el juez declaró nulos ambos dictámenes.

Según indicó el fiscal, la difícil relación entre ambos obligó a que él se excusara de la causa: “Ello es así porque el devenir de este proceso revela con nitidez que se volvió un juego imposible y que llegó a un límite tal que la fiscalía se enfrenta a una instancia decisiva: violentar la ley o dejar el expediente para preservar al organismo y propiciar la aplicación del derecho”.

Además, tras este duro dictamen el juez reclamó sanciones administrativas para al fiscal. Por ello, Delgado dijo que Bonadío “llegó a la delación al solo efecto de buscar sanciones administrativas en otro poder, demostrando sin tapujos que el objetivo no pasa por la búsqueda de justicia”.

“Sabemos que esta presentación será también objeto de múltiples descalificaciones, críticas violentas, más delaciones y otras exteriorizaciones de un rancio autoritarismo. Lo asumimos y nos exponemos una vez más a ser tratados como objetos del juez de Instrucción, el mismo que tiene la chance legal de decir qué es el Derecho”, disparó Delgado.

Delgado y Bonadío nunca lograron llegar a un entendimiento en el trajín diario de los tribunales federales de Comodoro Py, e incluso la suerte los puso a prueba durante este 2012 al tener que trabajar en conjunto.

Pero, en realidad, jamás hubo un trabajo en conjunto: tanto es así que durante la extensa investigación por la tragedia ferroviaria de Once, Delgado llegó a acusar al juez de “apropiarse” del expediente por no permitirle conocer cuáles eran las novedades y de no pedirle opinión sobre los avances.

En este nuevo capítulo del duro cruce, Delgado le reprochó al juez que la mala relación se convirtió en “rasgos sistémicos a lo largo del año”. Por ello hizo una estadística de los 113 expedientes en que Bonadío le pidió su opinión entre el 1 de febrero y el 30 de septiembre pasado.

“En todas ellas la fiscalía requirió la instrucción. Sin embargo, el paso siguiente del juez fue delegar la investigación sin respetar un plazo específico, ya que lo hizo anclado en su propia voluntad”, afirmó.

Así, explicó que en cuatro oportunidades Bonadío mantuvo la dirección de la pesquisa, sobreseyó a los acusados y, tras la sustanciación de la apelación, la alzada revocó los sobreseimientos. Pero denunció que, “como castigo”, Bonadío “delegó la investigación”.

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