Lucas Fernández denunció en la madrugada de ayer en la comisaría 1 que fue víctima de un choque por parte de una persona que conducía en estado de ebriedad, quien huyó del lugar del accidente para luego, a través de influencias, intentar sobornarlo, intimidarlo a él y a tres policías del 911, que nunca pudieron detener al joven, quien se atrincheró en un domicilio particular donde funciona un estudio jurídico. En ese lugar se realizaba una fiesta particular.
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Lucas Fernández denunció en la madrugada de ayer en la comisaría 1 que fue víctima de un choque por parte de una persona que conducía en estado de ebriedad, quien huyó del lugar del accidente para luego, a través de influencias, intentar sobornarlo, intimidarlo a él y a tres policías del 911, que nunca pudieron detener al joven, quien se atrincheró en un domicilio particular donde funciona un estudio jurídico. En ese lugar se realizaba una fiesta particular.
Lucas junto a su madre, Virginia López, relataron a El Tribuno los hechos vividos y aseguraron que están más que sorprendidos que la policía de Salta, no solamente no actúe, sino que admita estar sobrepasada.
Lucas relató así el incidente: “La madrugada del domingo frené en el semáforo de Córdoba y San Martín y de pronto una camioneta Mitsubishi, color negro, dominio HHE 792 me arrasa desde atrás.
Me bajé e intenté dialogar con el conductor de la misma y me di cuenta que no podía articular palabra por el estado de ebriedad que llevaba encima.
Intenté llamar a la Policía y a pesar del semáforo rojo, huyó a toda velocidad, en zig zag.
Lo perseguí y lo alcancé en el pasaje Figueroa al 400, donde había unas cinco personas en la puerta de un estudio jurídico.
Primero, se atrincheró en la camioneta, no quería salir ni dar la cara.
Después los amigos comenzaron a intimidarme de todas formas, pero les expliqué que quería los datos del seguro, que me paguen los daños propios y de mi novia y que para eso el conductor debía darme los datos como corresponde”.
El joven relató que le dijeron: “Mirá, me estás cagando la fiesta, retirate”. “No me fui, llegó mi madre y por detrás el 911, con dos policías y una mujer policía”.
Lucas contó que salieron tres o más personas y que todos se identificaron como abogados y dialogaron con los uniformados.
“Yo les dije que el conductor estaba dentro de la camioneta que lo obligaran a salir, pero la policía me dijo que estaban en inferioridad numérica. Luego, mi madre increpó a los presentes por todo lo que estaba pasando y entonces uno de ellos sacó una tarjeta de su billetera y me dijo: “Andá a verme y arreglamos, sin denuncia sin papeleo así, de una”.
La respuesta de Lucas fue negativa. “Yo quiero las cosas por la derecha, mañana no quiero que digan que no me conocen y me envíen preso por molestar. Dos o tres de ellos sacaron la billetera y me quisieron sobornar, delante de mi madre y de los policías, esto no puede ser”, dijo Lucas. El joven luego relató que comenzó a hablar con los policías y en un descuido los amigos del conductor sacaron al mismo de la camioneta y lo introdujeron al interior de la casa donde se hacía la fiesta.
La Policía logró identificar al conductor por el carné de conducir que uno de los presentes intentó esconder. El ebrio que me chocó se llama Manuel Facundo Posadas (26)”, denunció Lucas. Luego prosiguió relatando: “Mi madre comenzó a golpear la puerta de la fiesta y salió un hombre mayor que dijo que esperemos que ya lo traía a Posadas para que arregle el asunto. Media hora después, en la soledad de la calle, decidimos partir porque la música y las risotadas no cesaban. El hospital público, el médico de policía, la denuncia en la comisaría 1, la atención médica de mi novia todo por cuenta propia. Al parecer parte de la fiesta de esa gente fuimos nosotros y los policías sin autoridad para con esta gente, que choca huye, te intimida, intenta sobornarte y finalmente busca la impunidad”, dijo el conductor.