Una avioneta con matrícula boliviana realizó un aterrizaje de emergencia en una alejada finca de la localidad de El Potrero, 70 kilómetros al sureste de Rosario de la Frontera y sus ocupantes desaparecieron, dejando el aparato sin ningún tipo de rastros. Antes de irse, limpiaron todo pero los efectivos salteños que investigan el caso, encabezados por el propio jefe de la fuerza, comisario general Marcelo Lami y el director de Drogas Peligrosas, comisario inspector Víctor Hugo Reyes, tienen la casi certeza de que la nave, a juzgar por la posición que quedó, comenzó a fallar en el aire por exceso de peso, por lo que estiman que llevaría un cargamento no inferior a los 600 kilogramos de cocaína.
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Una avioneta con matrícula boliviana realizó un aterrizaje de emergencia en una alejada finca de la localidad de El Potrero, 70 kilómetros al sureste de Rosario de la Frontera y sus ocupantes desaparecieron, dejando el aparato sin ningún tipo de rastros. Antes de irse, limpiaron todo pero los efectivos salteños que investigan el caso, encabezados por el propio jefe de la fuerza, comisario general Marcelo Lami y el director de Drogas Peligrosas, comisario inspector Víctor Hugo Reyes, tienen la casi certeza de que la nave, a juzgar por la posición que quedó, comenzó a fallar en el aire por exceso de peso, por lo que estiman que llevaría un cargamento no inferior a los 600 kilogramos de cocaína.
El o los tripulantes del aeroplano, un monomotor Cessna Centurión con matricula boliviana CP 2735, con tres asientos, avisaron a terceros de su situación aún estando en el aire a través de un equipo satelital, que fue desconectado una vez en tierra. Esto se desprende por la sencilla razón que la zona donde capotó, un pastizal de la finca San Lorenzo, cuyos propietarios son motivo de investigación ahora, fue cortado poco antes del suceso, para dar mayores facilidades al piloto.
Vecinos de la zona dijeron q los policías, que la avioneta descendió con dificultades a las 11 del lunes y que era esperada por dos camionetas 4x4 desconocidas, que desaparecieron luego de los hechos.
Efectivos de Drogas Peligrosas, Brigada de Investigaciones y de los destacamentos de Antilla y El Potrero, rastrillaban, hasta el cierre de esta edición, toda la zona en busca de los ocupantes de la nave y de los misteriosos conductores de las camionetas que fueron en su auxilio.
Los daños sufridos por la nave, valuada en U$S 200.000 no fueron cuantiosos. Solo sufrió la deformación de las palas de su hélice y la destrucción parcial de su tren de aterrizaje y nariz.
Una incursión clandestina
La causa quedó en manos del juez federal 2 de Salta, Miguel Medina. “Está abierta una investigación a caratular, por cuanto no tenemos a ciencia cierta el resultado de las pericias y además porque, en virtud de las evidencias, por ahora solo estamos solamente sospechando que podría guardar relación con el narcotráfico”, manifestó el comisario Reyes. “Todo es motivo de investigación, no descartamos nada”, finalizó.
En la víspera llegaron hasta el lugar del accidente miembros del Aeroclub “Ciudad Termal” de Rosario de la Frontera y se espera que hoy arriben funcionarios de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y más agentes antinarcóticos para profundizar las investigaciones relacionadas a la aeronave y su cargamento, respectivamente.
Roberto Bernacki, del Aeroclub Ciudad Termal, manifestó que el aparato no contaba con un plan de vuelo desde la base, reafirmando así la teoría de que se tratase de uno de los tantos vuelos clandestinos que se realizan periódicamente desde Bolivia a territorio argentino transportando cocaína.
Aparentemente, la aeronave no tiene daños severos que puedan afectar al motor, precisó Bernacki. “Como una opinión muy personal, el avión habría caído o intentado aterrizar conscientemente puesto que se observa que el comando del avión está en condiciones y se ve que fue una emergencias preparada, ya que la cantidad de combustible remanente en los tanques es nula, por lo que se desprende que fue arrojado para impedir una explosión al momento de tocar tierra. De la misma manera, el terreno fue preparado”, puntualizó el aviador.
Por otra parte, manifestó, por último, que “es muy extraño que no haya nada, absolutamente nada adentro, que la tripulación no esté,y que se hallan llevado, incluso, las llaves de contacto... además -añadió- se encontró un rastreador satelital ELT, el cual estaba desconectado, para que no pudiera ser detectado”.