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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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El juez Oyarbide escrachado por la gente en la exhibición

Jueves, 13 de diciembre de 2012 07:34

El polémico juez Norberto Oyarbide la pasó muy mal anoche en Tigre, y se convirtió en el centro de atención de los hinchas argentinos que concurrieron a observar el encuentro exhibición entre el suizo Roger Federer y Juan Martín Del Potro. Fue el blanco predilecto de insultos, bromas y hasta de un botellazo.

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El polémico juez Norberto Oyarbide la pasó muy mal anoche en Tigre, y se convirtió en el centro de atención de los hinchas argentinos que concurrieron a observar el encuentro exhibición entre el suizo Roger Federer y Juan Martín Del Potro. Fue el blanco predilecto de insultos, bromas y hasta de un botellazo.

Oyarbide llegó al estadio, con un elegante traje, junto a su pareja. Mientras el tiempo pasaba y los jugadores no aparecían, ambos fueron enfocados por las cámaras del estadio en el sector vip, en uno cómodos sillones, donde se podía comer sushi y tomar champagne. Al ser observados por el público en la pantalla gigante, una marea de silbidos generalizados cayeron de los cuatro costados del Pipa Tigre Estadio.

Entre la confusión de algún desprevenido, un cantito aclaró el panorama: “Oyarbide, botón. Oyarbide, botón. Sos un h... de p....‘, cantaron casi al unísono las 20 mil almas que se encontraban en el estadio armado especialmente para la exhibición.

Durante el partido, las bromas con el apellido del juez no se hicieron esperar. “Roger, Oyarbide te está mirando”, le gritaron al suizo, que se disponía a sacar. Pero la carcajada de Juan Martín del Potro prolongó el servicio de Federer. Luego, otra frase dibujo varias sonrisas: “Tenés menos pelotas que Oyarbide”. En el sector vip, inmutable, el juez no le sacaba la mirada al court.

A los 40 minutos de juego, en el inicio del segundo set, Oyarbide y su pareja, custodiados por un agente de seguridad, se pusieron de pie y emprendieron la retirada. El estadio volvió a unirse en un silbido ensordecedor. Un botellazo le pasó a centímetros de la cabeza, cuando el juez cruzaba el acceso de salida. Oyarbide la pasó mal anoche en Tigre y la gente lo utilizó como blanco de cargadas.

Fuente: La Nación
 

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