Alemania logró imponer casi todas sus posiciones en la cumbre de la Unión Europea y dar un nuevo impulso a políticas neoliberales de austeridad para conjurar la crisis de deuda que desangra a varios países.
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Alemania logró imponer casi todas sus posiciones en la cumbre de la Unión Europea y dar un nuevo impulso a políticas neoliberales de austeridad para conjurar la crisis de deuda que desangra a varios países.
La canciller alemana, Angela Merkel, logró bloquear la creación de un fondo anticrisis para ayudar a los países de la zona euro que padecen altas tasas de desempleo como consecuencia del enfriamiento económico impuesto por las recetas del FMI.
En otros términos, le dieron un cachetazo a España e Italia, que buscaban ayuda para abatir sus crecientes tasas de desempleo de 26% y 12%, respectivamente. Para Berlín, una ayuda de este tipo sería “prematura” y consiguió que la iniciativa se congelara hasta la cumbre del 2013.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, quien comparte con Merkel la misma ideología conservadora, se mostró particularmente decepcionado por el bloqueo alemán a la constitución del fondo.
Merkel exigió, además, que cualquier decisión al respecto se mantenga frenada hasta que se apruebe el presupuesto plurianual 2014-2020.