Bolsas, cajas y enormes paquetes se acumulan hace varios meses en el patio de la casa de Ana Guerrero. Adentro tienen ropa, mercadería y cosas de gran utilidad para mucha gente que realmente las necesita. Ana sabe de esas necesidades. Ella también es de una familia humilde y la palabra que mejor la define es solidaridad.
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Bolsas, cajas y enormes paquetes se acumulan hace varios meses en el patio de la casa de Ana Guerrero. Adentro tienen ropa, mercadería y cosas de gran utilidad para mucha gente que realmente las necesita. Ana sabe de esas necesidades. Ella también es de una familia humilde y la palabra que mejor la define es solidaridad.
Luego de reiterados viajes que dedicó a llevar donaciones a distintos puntos del interior de la provincia, Ana pide ayuda. Necesita que alguien colabore con el transporte que pueda trasladar todo lo que juntó en este tiempo. Es que cada vez más gente se suma a esta cruzada solidaria y el camión con el que realizaba los viajes anteriores, prestado por el diputado Dante Arroyo, ya le queda chico y precisa sumar otro camión o una camioneta para volver a emprender un viaje. Para ayudarla los interesados se pueden comunicar con ella al 154204504.
Ana Guerrero comenzó a viajar hace varios años y dice que le da grandes satisfacciones poder ayudar a la gente de bajos recursos. Esa, dice ella, es la paga más grande.
Compromiso desinteresado
Se ocupa de todo: junta las cosas, viaja, se instala varios días en el lugar y se encarga de hablar con cada una de las personas de los recónditos lugares que visita, a veces escondidos entre los cerros o parajes de los pueblos del interior de la provincia. Inmediatamente identifica qué cosas le son de mayor utilidad a cada familia. Todo lo que tiene, lo da. Y más. Porque cuando no lo tiene, trata de conseguirlo y, dentro de las posibilidades, vuelve a esos lugares para entregarlo a quien lo necesita. “Con muchas personas de los lugares a los que fui ya nos encariñamos mucho”, dice Ana, para referirse a los fuertes lazos que se van creando, marcados por el indeleble sello de tan grande gesto solidario.
Ana además es mamá y abuela. Vive en barrio Unión y es una vecina muy querida. Ella trata de contener y ayudar a los chicos y jóvenes del barrio. Hoy pide que la ayudemos a ayudar.