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El norte sigue siendo una isla en el sistema eléctrico del país

Jueves, 27 de diciembre de 2012 12:31

 Los cortes de energía que convirtieron la Navidad en una pesadilla en muchas poblaciones de Orán y San Martín sacaron nuevamente a relucir la fuerte desinversión que presenta el sistema eléctrico en ambos departamentos, fundamentalmente en lo que respecta a las líneas de transmisión y las estaciones transformadoras que opera la empresa Transnoa.

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 Los cortes de energía que convirtieron la Navidad en una pesadilla en muchas poblaciones de Orán y San Martín sacaron nuevamente a relucir la fuerte desinversión que presenta el sistema eléctrico en ambos departamentos, fundamentalmente en lo que respecta a las líneas de transmisión y las estaciones transformadoras que opera la empresa Transnoa.

Sistemas sobrecargados

La Fundación para el Desarrollo del Sector Eléctrico Argentino (Fundelec) ha venido marcando los crecientes riesgos de apagones en Orán y San Martín en cada uno de sus informes anuales, desde 2005, sin que el Ministerio de Planificación Federal, la Secretaría de Energía de la Nación ni el Consejo Federal del sector tomen debida nota de las observaciones y recomendaciones técnicas.
Los reportes de Fundelec, concretamente, han insistido en subrayar que el norte salteño es una de las zonas más críticas del país, por su obsoleta infraestructura de transporte eléctrico. “Los márgenes de las saturadas líneas del norte de Salta exceden largamente el margen mínimo de seguridad”, es la advertencia que expertos con probado conocimiento del sistema interconectado empezaron a formular hace siete años y que hoy, lamentablemente, encuentra a poblaciones de todo el norte provincial mucho más expuestas a problemas de tensión y apagones.
Esa vulnerabilidad tuvo en esta Navidad una desastrosa confirmación en San Ramón de la Nueva Orán, donde una avería ocurrida en la provincia de Jujuy dejó a toda una población sin servicio eléctrico, y en consecuencia también sin agua potable, durante largas horas que se hicieron eternas bajo una sensación térmica que llegó hasta los 43 grados. “Los cortes padecidos durante la tarde y noche del 25 de diciembre generaron graves daños y perjuicios económicos en nuestros comercios y servicios, afectando de manera irreparable nuestra actividad, como así también a la población en general de esta ciudad”, expresa la nota que la Cámara de Comercio e Industria de Orán elevará hoy al Ente Regulador de los Servicios Públicos pidiendo sanciones contra Edesa.
La presidenta de la citada entidad empresaria, Mabel Bruno, informó que la presentación de ese escrito fue postergada ayer hasta hoy, ante un pedido de dirigentes barriales que comenzaron a sumar firmas de vecinos en adhesión al reclamo.
“Se han registrado pérdidas totales de productos que requieren refrigeración”, remarcó ayer Bruno, tras señalar que también hubo gran cantidad de equipos eléctricos quemados por subas de tensión atribuidas a las pequeñas usinas que autorizaron la Secretaría de Energía y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) en el norte para apuntalar la generación tanto en Orán como en San Martín.
El gran cuello de botella, sin embargo, sigue estando en los deficientes sistemas de transmisión en 132 kilovoltios (KV) que opera y debe mantener Transnoa.
Ayer, por medio de un comunicado, EDESA aclaró que el corte de energía que afectó a San Ramón de la Nueva Orán y a otras poblaciones del norte provincial fue originado el martes 25, a las 16, por la avería de un transformador de tensión de la estación San Juancito (Jujuy), a cargo de la transportista eléctrica.

Enarsa: usinas que no respondieron

El pasado martes, tras la falla que se originó a las 16 en la estación jujeña de San Juancito, la usina que instaló Energía Argentina SA (Enarsa) en la ciudad de Orán debía encender sus generadores en pocos minutos, pero su arranque demoró casi una hora, según los registros de Cammesa.
El arranque de esa central de 15 megavatios (MW) y de las otras dos autorizadas en San Martín (la de Piquirenda, de 25 MW, y la que instaló Enarsa en Tartagal, de 10 MW) ayudó a atenuar la emergencia hasta las 21,30 cuando las citadas usinas salieron de servicio a causa de descargas atmosféricas.
Orán tiene en El Tabacal una cuarta usina, de 40 MW, pero aún no cuenta como posible alternativa porque el ingenio azucarero y CAMMESA mantienen diferencias por el precio de esa energía.

Concesiones del Gobierno nacional

Las tres usinas alternativas instaladas en Orán y San Martín, como así también las líneas de Transnoa, se corresponden con concesiones del Gobierno nacional.
El cuello de botella que tiene sumido al norte provincial en un aislamiento eléctrico cada vez más acentuado se relaciona, fundamentalmente, con las deficientes líneas de 132 kilovoltios que opera Transnoa.
No obstante, el norte salteño quedó al margen de la línea NOA-NEA.
El anillado de extra alta tensión, con sus tendidos de 500 kilovoltios, ajustó el sistema desde El Bracho (Tucumán) hasta Cobos (Salta) y San Juancito (Jujuy), pero la extensión que el proyecto contemplaba desde San Juancito hasta Pichanal, también en 500 KV, quedó en la nada. En ese tramo, ni siquiera se avanzó con una nueva línea de 132 KV.

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