No hubo cepo a las modificaciones. Es que lejos de los rumores y las especulaciones, Cristina Fernández de Kirchner renovó el mandato de Ricardo Echegaray al frente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por cuatro años más.
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No hubo cepo a las modificaciones. Es que lejos de los rumores y las especulaciones, Cristina Fernández de Kirchner renovó el mandato de Ricardo Echegaray al frente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por cuatro años más.
No fue un año nada sencillo para el controvertido funcionario nacional. Por el pasaron fuertes decisiones del Ejecutivo como el cepo al dólar y una de controles sobre otras operaciones financieras que chocaron de frente con el humor del conjunto de la sociedad.
Si bien en las últimas horas había surgido el rumor de que podría ser nombrado embajador en Francia, lo cierto es que Echegaray no dio ni un solo indicios de que fuese a abandonar ese buscado sillón. De hecho, realizó el viernes pasado una serie de modificaciones en el organismo y ratificó a otros empleados en puestos claves como señales de que se mantendrá en el cargo.
Para esto es preciso tener en cuenta que su lugar es sumamente codiciado en el poder: maneja $16 mil millones al año (según el Presupuesto de 2013), concentra una enorme cantidad de información, administra el comercio exterior (a través de la dirección de Aduanas) y la compra y venta de dólares para tenedores minoristas.
Un problema monumental
Pese a la buena noticia de ser ratificado en su cargo, Echegaray no tendrá un año sencillo.
Sucede que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner enfrenta el problema del monumental gasto público con una similar presión tributaria que supera la media para Sudamérica que oscila el 20%.
El año cierra con un récord en la materia del 37% del PBI y se viene un 2013 electoral donde el gasto promete acrecentarse aún más.
Asimismo hay serios indicios de que el cepo cambiario se profundizaría en el marco de las nuevas políticas de restricciones cambiarias.
Las 2 normativas polémicas
Si bien las restricciones comenzaron en octubre del año pasado, este año se aplicaron dos nuevas normativas que tuvieron impacto directo a nivel masivo, en todos los compradores minoristas de divisas.
En primera instancia causó un fuerte malestar la prohibición de comprar dólares para ahorrar. Desde el 5 de julio, el Banco Central vetó la posibilidad de adquirir divisas con fines de atesoramiento . Por otra parte, desde el 31 de octubre también se eliminó la posibilidad de comprar dólares para pagar un inmueble .
Por otro lado las restricciones cambiarias para viajes también generaron un fuerte dolor de cabeza. El 29 de mayo debutó la solicitud en línea de la AFIP para adquirir divisas para realizar viajes al exterior .
Ahora el organismo recaudador es quien indica a cada contribuyente cuántas divisas puede comprar de acuerdo a su destino de viaje.
A falta de malas noticias, a esta última restricción, se sumó el recargo del 15% para compras con tarjetas de crédito y débito en establecimientos en el exterior del país. De este modo, la AFIP encareció virtualmente el tipo de cambio para estas operaciones, de modo tal de desacelerar la salida de dólares por este canal.
Monitorea los gastos
La AFIP instrumentó un nuevo régimen de intercambio de información online con bancos, emisoras de tarjetas de crédito, empresas de turismo, de movimiento de dinero en efectivo, casas de cambio y “traders” de derivados financieros, para reforzar el control sobre el patrimonio y el consumo de los contribuyentes. En particular, el organismo busca cruzar datos de compra de divisas, viajes y consumos en el exterior. Las entidades financieras deberán informar sobre movimientos con tarjeta de débito en el exterior superiores a tres mil pesos por mes y con tarjeta de crédito, operaciones con contratos futuros y swaps de moneda y las empresas turísticas, sobre viajes a otros países. La AFIP, asimismo, seguirá recibiendo, pero ahora de manera electrónica, información sobre el ingreso de fondos desde el exterior por encima de los 1000 dólares.