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21 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Troyano: el ministro que se fue por la puerta de atrás y volvió por la ventana

Domingo, 30 de diciembre de 2012 23:38

Asumió con la presión de superar lo hecho por Pablo Kosiner quien fue, según el propio gobernador, Juan Manuel Urtubey, “el mejor ministro que tuve en mi gestión”.

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Asumió con la presión de superar lo hecho por Pablo Kosiner quien fue, según el propio gobernador, Juan Manuel Urtubey, “el mejor ministro que tuve en mi gestión”.

Tal vez fue por su falta de experiencia en la cosa pública o por tener que ser un súper ministro en una Salta azotada por una seguidilla de hechos violentos contra mujeres, que la gestión de Maximiliano Troyano al frente del Ministerio de Gobierno, Seguridad y Derechos Humanos tuvo más sombras que luces. Tan es así que su actuación más relevante le costó el puesto en tres días.

El 29 de febrero de 2012, tras varios asaltos, agresiones, abusos y violaciones a mujeres turistas, el por entonces ministro de Seguridad salteño, Maximiliano Troyano, concedía una entrevista a FM Cadena Máxima, que marcó el inicio de un escándalo que recorrió el país como reguero de pólvora y que explotó apenas tres días después, con su desplazamiento.

Por esos días, la provincia aún no se recuperaba del horror por el hallazgo, el 29 de julio de 2011, de los cuerpos de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Mounmi, asesinadas con saña en San Lorenzo luego de haber sido víctimas de violación.

El 2012 arrancaba con nuevos ataques contra mujeres que visitaban Salta. Tales fueron los casos de otras dos francesas: Meriem Hammontene y Melina Cognac, quienes fueron asaltadas y manoseadas por malvivientes a la salida de una peña el 11 de febrero. En este caso, Troyano deslizó parte de la responsabilidad en las víctimas porque fueron “imprudentes” por caminar por las vías del tren a las 3 de la madrugada. Ese mismo día, a pleno sol, dos turistas danesas fueron víctimas de arrebatadores en la puerta de su hotel. Las golpearon y les robaron todo.

Semanas después, el 27 de febrero, la estudiante estadounidense Small Lauren Frances, denunció que había sido violada. La joven relató que fue a un boliche en el Paseo Balcarce y que un sujeto le dio algo a beber y que después de eso no recordaba nada hasta despertar en la cama de un motel alojamiento. Pero para Troyano, el vejamen no había sido tal sino que “fue una relación consentida y que luego la joven se arrepintió”. La acusó además de hacer una “falsa denuncia”.

Otro exabrupto del exministro fue cuando deslizó que la turista japonesa, Ushiki Risako, ultrajada por un guía en Cafayate, tuvo responsabilidad en el hecho por “exceso de confianza”. El exfuncionario justificó sus dichos en que la muchacha se quitó voluntariamente la ropa para cruzar un río, aconsejada por el guía, quien aprovechó la situación para abusarla.

Pese a la sucesión de hechos, Troyano insistió en decir que fueron “hechos aislados” y que era “una tendencia”.
Tras la maratón de frases absurdas, la opinión pública explotó contra Troyano y se hizo escuchar a través de Twitter y Facebook, que fueron las cajas de resonancia de una multitud de salteños indignados que reclamaban que se retracte y renuncie. Las desafortunadas declaraciones no tardaron en llegar a los medios nacionales y Salta volvió a estar en el centro de la atención del país por motivos tristemente célebres.

También lo cuestionaron la titular del Inadi en Salta, Verónica Spaventa; el Defensor del Pueblo de Salta, Alvaro Ulloa; la coordinadora del Instituto de Género del Colegio de Abogados de Salta y delegada local del Comité Latinoamericano y del Caribe para la defensa de los derechos de las mujeres (CLADEM), Gabriela Gaspar y la referente salteña de Mujeres de la Matria Latinoamericana, María Laura Postiglione.

Tan fuerte fue la presión social que hasta los propios compañeros de Gabinete de Troyano, cuestionaron sus dichos. El por entonces ministro guardaba silencio. Ya había dicho demasiado. Tras una extensa reunión en la residencia del Gobernador en Finca Las Costas, Urtubey echó a Troyano por mal desempeño de sus funciones.

Lejos de la autocrítica, Maximiliano culpó a los medios por su desplazamiento y les recomendó un trato más respetuoso y no revictimizar a las mujeres.

Un consejo que él mismo no pudo seguir.

El peor puntaje del mejor amigo

Apenas siete meses después de dejar su cargo como ministro (tiempo durante el cual estuvo reciclado como asesor), Troyano fue propuesto por el gobernador Urtubey para ser fiscal penal. Con la tormenta por sus desafortunadas declaraciones -culpó a víctimas de violencia de género por su martirio- Troyano se enfrentó al desafío de ocupar otra vez un alto cargo en la administración Urtubey. Y el Gobernador no escatimó apoyo pese a que tenía el peor puntaje de su terna y uno de los peores de los 12 postulantes. La novedad encendió nuevamente la polémica en torno al exministro y, a las críticas por sus dichos, se sumaban los cuestionamientos a su falta de idoneidad, claramente demostrada en el pobre puntaje obtenido durante su evaluación. De hecho, su pliego fue el que más objeciones sumó. Sin embargo, el Senado no hizo caso a las advertencias por los pésimos antecedentes del exfuncionario y cumplió los deseos del gobernador Urtubey, otorgándole el acuerdo necesario para convertirlo en fiscal. Ahora, el exministro que se fue por la puerta de atrás, volvió por la ventana para cumplir el rol de conseguir Justicia para víctimas como las que acusó de ser responsables de sus marti rios.
 

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