Se asegura que los productos que se adquieren por docena son más baratos.
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Se asegura que los productos que se adquieren por docena son más baratos.
Siguiendo esa línea, y atendiendo el ajuste imperante, comprar media docena sería, también, conveniente para el bolsillo del adquirente.
Será por esa razón que el oficialismo lugareño (léase PJ) decidió reforzar su alicaído bloque legislativo del Senado con seis nuevas adquisiciones provenientes de otras agrupaciones políticas por las que fueron elegidos para ocupar una banca en la llamada Cámara alta provincial.
Se dice que la necesidad tiene cara de hereje. Y el bloque justicialista, que andaba de capa caída, tenía la imperiosa necesidad de reagruparse. De los 21 miembros que lucía en 2009, había quedado con 14. Y desde el año pasado solamente contabilizaba 12, al sufrir pérdidas a manos de los renovadores (sus socios hasta por ahí nomás) y del Partido de la Victoria.
En Diputados el PJ corre similar suerte, pero ello no es tema de esta nota.
Seis nuevas adquisiciones, decíamos. ¿Cómo es eso? ¿Salieron de compra los muchachos?
No! En el ámbito político no se dice que Fulano fue comprado por el oficialismo (¿quién más puede hacerlo?), sino que Fulano fue “cooptado”. Es vocablo supuestamente elegante, y se lo usa con significado falso.
No nos olvidemos que este es el país del eufemismo. Aquí un ciego no es ciego, sino “no vidente”; un peluquero es “estilista”; un rengo, tullido u opa, etcétera, no es tal, sino “persona con capacidades diferentes”; los pobres no son pobres sino “personas con necesidades básicas insatisfechas”; los militares no se jubilan, se “retiran”. Y así hasta el infinito.
Y ahora comprar, es cooptar. Y así vamos.
Bien, el asunto es que el bloque de senadores del PJ adquirió seis nuevos miembros. Los adquirió, los compró, y de ninguna manera los “cooptó”, porque cooptar es “cubrir las vacantes que se producen en el seno de una corporación mediante el voto de sus integrantes”. Para que no haya duda, la acción y efecto de cooptar es la cooptación, que es “la elección de un individuo como miembro nuevo de una corporación en virtud del libre consentimiento de los miembros más antiguos de dicha corporación”. Así que nada de que el bloque de senadores del PJ “cooptó” a seis senadores de otros partidos: los compró. Y de ninguna manera es necesario que esa adquisición se concrete en efectivo. Sería muy ordinario.
Estas operaciones, con las que se defrauda o estafa al pueblo, son relativamente novedosas. Con la llegada del kirchnerismo al poder (2003) se hicieron habituales, y tomaron cuerpo y trascendencia.
El primer cooptado (léase comprado ) fue Borocotó. Se hizo famoso. No hablemos de Cleto Cobos. La llamada transversalidad, inventada por El y continuada por Ella, fue el terreno en el que se experimentó el cultivo de esas plantitas.
Y hoy los senadores salteños del oficialismo se ponen al día. Compradores y productos adquiridos se anotaron un gol en contra, que la tribuna no olvidará.