Miles de griegos protestaron nuevamente el pasado miércoles frente al Parlamento por las medidas de austeridad acordadas con los acreedores externos, mientras los legisladores debatían contrarreloj las leyes necesarias para asegurar el pago del millonario rescate financiero internacional.
En medio del frío, miles de personas convocadas por los principales sindicatos y se congregaron en la plaza Sintagma, frente a la Asamblea Nacional, que había sido rodeada de barreras de metal en un intento por evitar que se repitieran los disturbios anteriores, que dejaron cerca de un centenar de edificios dañados.
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Miles de griegos protestaron nuevamente el pasado miércoles frente al Parlamento por las medidas de austeridad acordadas con los acreedores externos, mientras los legisladores debatían contrarreloj las leyes necesarias para asegurar el pago del millonario rescate financiero internacional.
En medio del frío, miles de personas convocadas por los principales sindicatos y se congregaron en la plaza Sintagma, frente a la Asamblea Nacional, que había sido rodeada de barreras de metal en un intento por evitar que se repitieran los disturbios anteriores, que dejaron cerca de un centenar de edificios dañados.
Aunque las marchas fueron pacíficas y menos concurridas, la Policía detuvo a 30 personas en la plaza al desalojar por la fuerza la concentración. Otra marcha reunió a unos 8.000 manifestantes en otro sector de la ciudad, quienes corearon consignas: “Abajo el gobierno de la plutocracia!”. “No nos convertiremos en esclavos por 400 euros!”, rezaba el eslogan de una pancarta, en referencia al salario mínimo que cobrarán los menores de 25 años, tras el acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Atenas y los acreedores.