La economía de Orán gira esencialmente alrededor de la agricultura, pero en verano, cuando termina la temporada, gran parte de la sociedad trabaja en la industria que genera el corso.
“Si tenemos en cuenta que hay más de 5.000 participantes, imaginá la cantidad de modistas, zapateros, bordadoras, peluqueras, maquilladoras, gente que alquila sillas o vende comida, sonidistas que esperan ansiosamente la organización del corso para asegurarse una salida laboral que concluye en marzo”, sostuvo Bagnagasta.
Los corsos comenzaron el 12 de enero sumando más de 150 mil espectadores de los cuales casi 65 mil abonaron sus entradas cada noche superando el millón de pesos en recaudación por lo cual los premios para cada ganador rondarán los 70 mil pesos.
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La economía de Orán gira esencialmente alrededor de la agricultura, pero en verano, cuando termina la temporada, gran parte de la sociedad trabaja en la industria que genera el corso.
“Si tenemos en cuenta que hay más de 5.000 participantes, imaginá la cantidad de modistas, zapateros, bordadoras, peluqueras, maquilladoras, gente que alquila sillas o vende comida, sonidistas que esperan ansiosamente la organización del corso para asegurarse una salida laboral que concluye en marzo”, sostuvo Bagnagasta.
Los corsos comenzaron el 12 de enero sumando más de 150 mil espectadores de los cuales casi 65 mil abonaron sus entradas cada noche superando el millón de pesos en recaudación por lo cual los premios para cada ganador rondarán los 70 mil pesos.