Más de 600 vendedores y sus familias, unas 10 mil toneladas de ropa que se comercializan por mes y cerca de 2.500 carpas son algunas de las cifras de las ferias americanas en la ciudad de Salta. Más conocidas como los “hongos azules”, mañana se cumple el plazo de 90 días para que los vendedores se encuadren dentro del reordenamiento y legalidad que propone la ley provincial 7700, sancionada el 12 de diciembre.
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Más de 600 vendedores y sus familias, unas 10 mil toneladas de ropa que se comercializan por mes y cerca de 2.500 carpas son algunas de las cifras de las ferias americanas en la ciudad de Salta. Más conocidas como los “hongos azules”, mañana se cumple el plazo de 90 días para que los vendedores se encuadren dentro del reordenamiento y legalidad que propone la ley provincial 7700, sancionada el 12 de diciembre.
Con la aplicación de esta legislación se pretende regular los centros comerciales no convencionales y, para eso, el titular de la Subsecretaría de Control Comercial de la Municipalidad, Marcelo Scarponetti, explicó a El Tribuno que se proponen dar tres pasos: el primero será dejar los espacios públicos desocupados; en segundo, cada vendedor deberá dar cuenta de la actividad comercial que realiza, y en tercero deberán tributar impuestos nacionales y provinciales. Sin embargo, no se habló de controlar el origen de los productos que se comercializan, los que llegarían desde Bolivia y desde Buenos Aires; esto les permitiría abaratar costos y bajar los precios al público, lo que los convierte en competidores desleales para los comercios formales. Pero una vez ubicados, correspondería Rentas de la Provincia realizar ese control.
Scarponetti destacó que el proceso de ordenamiento quizás tenga prórrogas, pero resaltó que uno de los objetivos es reglamentar los locales en los que van a funcionar las ferias.
“En cuanto a las ferias americanas, hay varios que están en espacios privados, pero muchos están en espacios públicos. Esos se van a tener que reubicar y cumplir con los requisitos habilitantes como cualquier comercio de la ciudad”, aseguró el titular de la Subsecretaría de Control Comercial municipal.
Cabe recordar que los feriantes, sobre todo los fines de semana, no solo ocupan plazas y otros espacios públicos, sino que ubican sus puestos sobre veredas y calles. Los dos nuevos predios que se postulan para contenerlos feriantes parecen estar encaminados para obtener una habilitación municipal. Se trata de galpones de grandes dimensiones. Uno pertenece a la Cooperativa La Sureña, a cargo de Mario Pastrana, y daría lugar a 600 vendedores, en primera instancia, y se ubica en barrio Morosini. El otro es un emprendimiento privado llamado centro de compras Virgen de Urkupiña, y está ubicado sobre avenida Monseñor Tavella al 2000.
Las obligaciones
Los titulares de los predios deberán garantizar a sus feriantes todas las condiciones de seguridad, higiene y servicios básicos que la Municipalidad de Salta exigirá y, además, el titular de cada feria emitirá un contrato de alquiler a cada feriante que se instale en los predios. “Hasta ahora tenemos 35 feriantes que ya alquilaron sus lugares. En Salta hay más de 2.000 carpas y nosotros podemos dar lugar a unas 50. Espacios como este se deberían multiplicar para que todos los feriantes estén con todas las condiciones necesarias”, explicó Juárez. Pastrana dijo que están haciendo un gran esfuerzo para acondicionar el lugar para que todos los feriantes puedan instalarse”.