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12 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Un quiosco sano combate la mala alimentación en Salta

Miércoles, 21 de marzo de 2012 12:23

“La Organización Mundial de la Salud afirma que el 60% de la población global es obesa, y Salta no está exenta de eso”, dijo la nutricionista titular del Teléfono de la Salud que depende de la Universidad Nacional de Salta, Marcela Martínez.

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“La Organización Mundial de la Salud afirma que el 60% de la población global es obesa, y Salta no está exenta de eso”, dijo la nutricionista titular del Teléfono de la Salud que depende de la Universidad Nacional de Salta, Marcela Martínez.

En este contexto, una sola institución educativa primaria pública comenzó hace tres años su lucha desigual contra una enfermedad cultural y social: la mala alimentación.

La escuela 4734 “Dr. René Favaloro”, del barrio Belgrano de nuestra capital, decidió implementar experimentalmente uno de los denominado “quioscos sanos” dentro de su institución.

Fue así que llamaron al 0800 444 5488, que es Teléfono de la Salud, donde les dieron la asistencia profesional necesaria para el funcionamiento del comercio.

En consecuencia, en horas del recreo los chicos encuentran en el quiosco de la escuela un menú detallado de alimentos saludables con un valor de dos pesos.

No a las golosinas

Los alimentos son básicamente productos sanos que reemplazan a las golosinas que comúnmente se encuentran en los quioscos de cualquier escuela salteña.

Bananas con dulce de leche, yogur con cereales y otros tantos alimentos son recomendados por la gente del Teléfono de la Salud.

Nada de gaseosas ni menos las bebidas colas, las que son consideradas “veneno” para los niños por el daño que le hace a la dentadura, la alta tendencia a la obesidad infantil y lo adictivas que son por su alto componente de cafeína en el caso de las colas.

Otra abstinencia importante son los denominados “snacks”, por lo que no se pueden comprar papas fritas, chizitos ni puflitos por ser éstos los más dañinos por la cantidad de conservantes, saborizantes y químicos que contienen hasta derivados del petróleo.

Productos que ni alimentos podrían ser llamados, están provocando una pandemia global de diabéticos, enfermos coronarios, pulmonares y hasta productores de nuevas clases de alergias son entonces excluidos de la lista de lo que pueden comprar los niños que asisten a la escuela de la quinta etapa del barrio Belgrano.

La lista de productos fue elaborada por las nutricionistas de la UNSa con el consenso de la directora de la institución y con la encargada del local comercial.

La idea final de las profesionales de la UNSa es ir cambiando paulatinamente los hábitos de consumo de los niños y brindar asesoramiento al comerciante sobre los productos recomendables y sus estrategias de conservación de los alimentos.

En otras escuelas

En las escuelas de la capital los docentes se quejan, pero nada hacen. Los quioscos con golosinas y gaseosas hacen su primavera sin importarles a directivos, docentes ni padres.

Una directora de una escuela del centro afirma, resignada, que nada puede hacer porque vender alimentos sanos y naturales sería un suicidio comercial para los quiosqueros.

La directiva afirma que los niños van a la escuela con un promedio de dos pesos, que generalmente son destinados a la adquisición de golosinas que se consumen diariamente; de otro modo -asegura- no podrían sobrevivir económicamente vendiendo productos sanos como frutas o yogures.

Otra docente asegura que los más malos son los quioscos situados fuera de las instituciones que venden desde golosinas hasta hamburguesas y papas fritas que los niños consumen diariamente.

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