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El acusado de violación ya declara ante el juez Farah

Martes, 27 de marzo de 2012 00:01

El acusado de haber abusado sexualmente, con acceso carnal según su denunciante, a la turista mexicana Kena Moreno López en un pub de Cafayate, días atrás, ya se encuentra declarando ante el juez de Instrucción Formal 3, Pablo Farah. Cabe recordar que el hombre se negó a declarar la semana pasada porque quería hacerlo recién después de que la supuesta damnificada comenté su versión ante el magistrado. Esto sucedió el pasado miércoles, donde la mujer ratificó sus dichos y hoy Murúa dará su versión de los hechos.

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El acusado de haber abusado sexualmente, con acceso carnal según su denunciante, a la turista mexicana Kena Moreno López en un pub de Cafayate, días atrás, ya se encuentra declarando ante el juez de Instrucción Formal 3, Pablo Farah. Cabe recordar que el hombre se negó a declarar la semana pasada porque quería hacerlo recién después de que la supuesta damnificada comenté su versión ante el magistrado. Esto sucedió el pasado miércoles, donde la mujer ratificó sus dichos y hoy Murúa dará su versión de los hechos.

La empresaria mexicana Kena Moreno López (31, casada, dos hijos de 7 y 5 años) aseguró  a El Tribuno que mientras tenga vida luchará por la reivindicación de su nombre. La mujer, que denunció haber sido violada la madrugada del pasado domingo en el baño del pub Ñanta, de Cafayate, juró ayer por Dios, su patria y por todas las mujeres del mundo que mientras tenga vida luchará para que nunca más le suceda a alguien lo que le pasó a ella esa fatídica madrugada.

“Por primera vez en mi vida salí sin mi marido a algún lugar y maldigo la decisión que tomé. Iba a juntarme con dos amigas, bailar un rato, escuchar música y beber unos tragos. Pero viví la peor experiencia que podría imaginarse. Una situación que no se la deseo a nadie y que, por ahora, alejó la felicidad de mi alma. No se si podré, algún día, ser la mujer feliz que era hasta ese entonces.

Mientras Kena hablaba con El Tribuno en presencia de su abogada, su esposo, el economista norteamericano Jeff Berwick, trataba de morigerar su dolor acariciándole la espalda y tomándola de la mano intermitentemente.

“Estábamos contentas las tres y bebimos unos vasos de cerveza. De pronto, una de mis amigas levantó la vista y al advertir en el local la presencia de un hombre (se trataba de quien ella asegura fue la persona que la sometió y que está identificado como Fernando Murúa, de 32 años y 1,92 metros de altura) me dijo "a este tipo le dicen Simba, es un depravado'. Lo miré un instante y no le presté atención, aunque había algo desagradable en su aspecto. Poco después fui al baño, y cuando entré este sujeto se me vino encima. Estaba adentro, agazapado, como esperando a su víctima, que resulté ser yo. Me tomó por los brazos, luego me tapó la boca, me arrinconó, me subió la pollera, con una mano y un movimiento brusco me corrió el calzón y me penetró. Si señor, fue lo más terrible y asqueroso que me pudo ocurrir. Y si cuento esto es porque quiero que a nadie le pase lo mismo. Por eso hice la denuncia, para reivindicar mi condición de mujer”.

La mujer admitió que “han corrido versiones en la que me hacen culpable de mi desgracia. Han dicho que el tipo ese iba detrás mío. No señor; él estaba escondido allí, y cuando me inmovilizó cerró la puerta por dentro. Yo no atiné a gritar porque estaba en shock, pero a los pocos minutos mis amigas estaban golpeando la puerta, por lo que este hombre decidió huir”, puntualizó Kena.

La joven azteca, sin poder dejar de lagrimear, continuó con su relato. “Con mi marido pensamos en Argentina, en el maravilloso Cafayate como el lugar ideal para vivir y criar a nuestros hijos lejos de la violencia y el peligro que imperan en México. Compramos un terreno y hacíamos planes para construir nuestro hogar. Pero ahora las cosas han cambiado y lo único que quiero es irme. ¿Volver? es algo que por ahora no me planteo, sobre todo porque tras los hechos en el pueblo se ha creado una falsa imagen en el sentido de que la culpable soy yo. Ahora no solo soy una mujer ultrajada, sino que soy, además y como si fuera poco, carne fresca para ser devorada por el increíble machismo argentino, alimentado por el dueño de ese pub al que todos fingen creerle quizá por miedo a que se arruine la imagen de esa localidad”.

Luego se defendió diciendo: “Yo soy una turista, una inversionista, una madre de familia, esposa y perteneciente a una familia respetada de Acapulco, donde tengo muchos amigos. Si he hecho la denuncia y me he expuesto públicamente fue para defender a nuestro género, para ser útil a esta sociedad”, sentenció.

Con vehemencia y con bronca, Kena Moreno López, que mide 1,49 metros y pesa 45 kilos, se refirió a la inspección ocular en el pub Ñanta realizada ayer por el juez Pablo Farah, a cargo de la causa. El magistrado observó en el local que el baño de mujeres carecía de cerradura y que, por lo tanto, su violador no podría haber trabado la puerta. “La sacaron. Esa es otra maniobra”, espetó la mujer, quien en el curso de la mañana de hoy abandonará Salta y regresará a su país.

“Quiero que sepan que mis abogados, los letrados Palma y Omar Torres, pasarán a ser desde este momento mis ojos, mi voz y mi corazón aquí en Argentina. Ellos no dejarán que esto quede impune“, sentenció.

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