El cambio de horario, retrasar o adelantar el reloj para aprovechar la luz natural del día, puede tener varios beneficios. Pero al parecer no es bueno para la salud. Adelantar una hora el reloj desajusta el mecanismo interno de las células y provoca una respuesta de estrés. Una nueva investigación en Estados Unidos encontró que adelantar una hora el reloj está vinculado a un mayor riesgo de sufrir un infarto. Los científicos de la Universidad de Alabama, en Birmingham, encontraron un riesgo 10% mayor de sufrir un infarto durante los dos días siguientes al cambio de horario.
inicia sesión o regístrate.
El cambio de horario, retrasar o adelantar el reloj para aprovechar la luz natural del día, puede tener varios beneficios. Pero al parecer no es bueno para la salud. Adelantar una hora el reloj desajusta el mecanismo interno de las células y provoca una respuesta de estrés. Una nueva investigación en Estados Unidos encontró que adelantar una hora el reloj está vinculado a un mayor riesgo de sufrir un infarto. Los científicos de la Universidad de Alabama, en Birmingham, encontraron un riesgo 10% mayor de sufrir un infarto durante los dos días siguientes al cambio de horario.
Por otra parte, agregan, ese riesgo se ve reducido el 10% cuando el cambio de horario se lleva a cabo en invierno y se retrasa una hora el reloj. Aunque los investigadores no saben con precisión cuál es el mecanismo que provoca este riesgo, creen que los cambios de horario, por pequeños que sean, “desquician” el reloj biológico interno del organismo. Cada célula del organismo está regida por su propio reloj molecular, el llamado ritmo circadiano, el cual permite a nuestros tejidos y órganos anticiparse a los eventos del día y la noche, y ajustarse a ellos. Cuando ocurren cambios en este reloj biológico nuestras células están esperando un evento que no ocurre y esto provoca una respuesta de estrés. Esta respuesta puede desencadenar un infarto.