Si bien las estadísticas oficiales de la policía dan cuenta de un caso semanal de abuso sexual, pero por el trabajo diario de la médica policial, que además desempeña sus tareas en el hospital “Melchora Figueroa de Cornejo”, alertó sobre un aumento en los casos de abusos sexuales contra menores en Rosario de la Frontera.
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Si bien las estadísticas oficiales de la policía dan cuenta de un caso semanal de abuso sexual, pero por el trabajo diario de la médica policial, que además desempeña sus tareas en el hospital “Melchora Figueroa de Cornejo”, alertó sobre un aumento en los casos de abusos sexuales contra menores en Rosario de la Frontera.
Un reciente caso de abuso sexual cometido contra una menor de 8 años, a la que se le sumaron otros más en los últimos días, puso en alerta a la médico policial de Rosario de la Frontera, la doctora Liliana Gamietea.
La profesional reveló que se incrementaron los casos de abuso infantil en esta ciudad y explicó que en la mayoría de las situaciones, estos delitos son cometidos por el círculo íntimo de la víctima.
Los casos que le tocó actuar como médica son de niñas-adolescentes, menores de 14 años y, en su mayoría, fueron abusadas por algún integrante del entorno o círculo familiar. “Hay bastantes casos sobre abuso sexual a menores. El más reciente fue de una menor de 8 años abusada por el concubino de su madre”, dijo la médica policial.
Por la ausencia de juzgados de Menores, en Rosario de la Frontera las denuncias sobre estos delitos recaen en la Comisaría 31 y en la Sub Comisaría de El Mirador. Solo algunos casos terminan en procesamientos y otros, lamentablemente, quedan en la nada ya que no se pueden juntar las pruebas. Son delitos de instancias privadas.
Por lo general, los abusos sexuales se dan en los casos de las nuevas parejas que tienen las mujeres. En tal sentido, Liliana Gamietea pidió tomar cartas en el asunto y que “no se tape el sol con las manos”.
“Estos casos son muy frecuentes en nuestra ciudad, hay muchas cosas que nos alarman y nosotros desde el lugar que estamos no es mucho lo que podemos hacer, para eso está la Justicia. En algunos casos se demora y en otros no se dan las cosas como uno quisiera que se den, pero la mayoría de los asuntos están siendo resueltos expeditivamente”, expresó a El Tribuno la médica policial Liliana Gamietea.
En cuanto a su función dijo que “recibo a los menores abusados por un mayor, generalmente el padrastro, y dejo constancia en el certificado que extiendo donde sugiero una interconsulta urgente con un psicólogo, porque la verdad en estos casos las niñas quedan muy marcadas, creería que para siempre”.
Asimismo expresó que “para mí es difícil y tengo miedo que esas niñas que ya vienen con un trauma queden mucho más traumadas. El hecho de revisarlas, de pedirle por favor que se saquen sus ropitas interiores para poder revisarlas, las niñas tienden a no dejarse ver y, generalmente, lloran, pero trato en lo posible, si llegó hasta la revisación, que me cuenten que es lo que realmente ha pasado”.
Un caso por semana
De acuerdo a los datos oficiales que fueron proporcionados por la profesional médica, estadísticamente atienden un caso por semana, pero existen muchos que no llegan a denunciarse por miedo, ya sea de la pequeña o bien de la madre, quienes están bajo amenaza del causante.
“Estamos viendo un caso por semana, continuamente pido a las mujeres que denuncien el hecho y siempre que se trate de una menor de edad. Generalmente los casos de abuso sexual se dan en las nuevas parejas que tienen las mujeres. La denuncia tienen que asentarla inmediatamente en la comisaría más cercana y, a partir de ahí, comienza a actuar la justicia”, explicó Liliana Gamietea.
En cuanto a lo personal manifestó que “si me llega a pasar como madre un caso como estos haría lo peor, en una situación como ésta creo que la madre actuaría de la peor forma. Lamentablemente no lo podemos hacer, pero realmente es mucho el dolor ver lo que está pasando en nuestra sociedad y que muchas veces queremos tapar el sol con las manos”.