Tres días después de que el ministro de Seguridad de la Provincia, Maximiliano Troyano, tuviera conceptos desafortunados en torno de la responsabilidad que les cabe a las mujeres turistas que fueron víctimas de abusos en Salta, la polémica, lejos de menguar, parece encenderse con cada minuto que pasa.
Al repudio generalizado que cosechó el funcionario urtubeysta desde todos los sectores de la sociedad, incluidas las propias filas del Gobierno, se sumaron ayer los reclamos para que el ministro se retracte, pida disculpas e, incluso, no faltaron los sectores que exigieron su renuncia.
A tan solo 4 días de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, desde distintos grupos de lucha y reivindicación de los derechos femeninos y la igualdad de género, cuestionaron duramente a Troyano.
Gabriela Gaspar, coordinadora del Instituto de Género del Colegio de Abogados de Salta y delegada local del Comité Latinoamericano y del Caribe para la defensa de los derechos de las mujeres (CLADEM) repudió, en diálogo con El Tribuno, la postura del funcionario y advirtió que representa un grave hecho de violencia institucional.
“Repudiamos en un 100% las declaraciones del ministro de Seguridad Maximiliano Troyano. Nos parece una barbaridad que, encima de no ser capaz de brindar la seguridad que nos hace falta, como Estado, se genere una violencia de género institucional contra las mujeres. Es gravísimo”, sentenció.
Gaspar señaló que “con mucho tino la titular del Inadi en Salta, Verónica Spaventa, hizo alusión a la ley 26.485 que es justamente la norma de protección integral de la mujer. Esa ley, vale aclarar, tiene un pasaje en el que hace alusión a la violencia institucional contra la mujer, dentro de la cual se pueden enmarcar las declaraciones del ministro Troyano”..
“Todo esto nos demuestra que, a pesar de la época en que vivimos, aún hay sectores de la sociedad que pretenden que, como mujeres, no solo soportemos malos tratos de parte de los hombres cercanos sino, incluso, de desconocidos y hasta del propio Estado, que debiera velar por nosotras”, lamentó.
Gaspar adelantó que “como instituto jurídico vamos a manifestarnos el miércoles en contra de estas declaraciones y a pedir que se retracte. Lo grave de esto es que el ministro minimizó los ataques no por el hecho de ser turistas sino por tratarse de mujeres, lo que nos lleva a preguntarnos en manos de quién estamos”, exclamó.
“El pensamiento de Troyano es inadmisible en cualquier persona, pero lo es aún más en quien está a cargo de la seguridad de la gente de la provincia”, recalcó Gaspar.
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Tres días después de que el ministro de Seguridad de la Provincia, Maximiliano Troyano, tuviera conceptos desafortunados en torno de la responsabilidad que les cabe a las mujeres turistas que fueron víctimas de abusos en Salta, la polémica, lejos de menguar, parece encenderse con cada minuto que pasa.
Al repudio generalizado que cosechó el funcionario urtubeysta desde todos los sectores de la sociedad, incluidas las propias filas del Gobierno, se sumaron ayer los reclamos para que el ministro se retracte, pida disculpas e, incluso, no faltaron los sectores que exigieron su renuncia.
A tan solo 4 días de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, desde distintos grupos de lucha y reivindicación de los derechos femeninos y la igualdad de género, cuestionaron duramente a Troyano.
Gabriela Gaspar, coordinadora del Instituto de Género del Colegio de Abogados de Salta y delegada local del Comité Latinoamericano y del Caribe para la defensa de los derechos de las mujeres (CLADEM) repudió, en diálogo con El Tribuno, la postura del funcionario y advirtió que representa un grave hecho de violencia institucional.
“Repudiamos en un 100% las declaraciones del ministro de Seguridad Maximiliano Troyano. Nos parece una barbaridad que, encima de no ser capaz de brindar la seguridad que nos hace falta, como Estado, se genere una violencia de género institucional contra las mujeres. Es gravísimo”, sentenció.
Gaspar señaló que “con mucho tino la titular del Inadi en Salta, Verónica Spaventa, hizo alusión a la ley 26.485 que es justamente la norma de protección integral de la mujer. Esa ley, vale aclarar, tiene un pasaje en el que hace alusión a la violencia institucional contra la mujer, dentro de la cual se pueden enmarcar las declaraciones del ministro Troyano”..
“Todo esto nos demuestra que, a pesar de la época en que vivimos, aún hay sectores de la sociedad que pretenden que, como mujeres, no solo soportemos malos tratos de parte de los hombres cercanos sino, incluso, de desconocidos y hasta del propio Estado, que debiera velar por nosotras”, lamentó.
Gaspar adelantó que “como instituto jurídico vamos a manifestarnos el miércoles en contra de estas declaraciones y a pedir que se retracte. Lo grave de esto es que el ministro minimizó los ataques no por el hecho de ser turistas sino por tratarse de mujeres, lo que nos lleva a preguntarnos en manos de quién estamos”, exclamó.
“El pensamiento de Troyano es inadmisible en cualquier persona, pero lo es aún más en quien está a cargo de la seguridad de la gente de la provincia”, recalcó Gaspar.
Otra vez en todo el país
Varios diarios porteños de tirada nacional y solvente presencia en la web le dedicaron importantes espacios a la controversia salteña por las declaraciones de Troyano. En los informes no se dejó de lado que pese a las polémicas declaraciones, aún no se dio una solución para la ausencia de seguridad hacia los visitantes del resto del país y del mundo que llegan a la provincia.
La inseguridad en Salta y la postura del ministro Troyano de que las turistas abusadas tuvieron una cuota de responsabilidad en su martirio estuvo reflejada en diarios como Clarín, el cual le dedicó un espacio de la tapa y las dos primeras páginas de la sección Policiales. También el diario Perfil dedicó dos páginas al caso y en La Nación la noticia tuvo también un lugar destacado.
La información repicó, además, en páginas de noticias de prácticamente todas las provincias argentinas e, incluso, cuatro grandes medios a nivel nacional enviaron equipos periodísticos a la provincia para cubrir las instancias de la polémica.