Bernardina Gareca es una jubilada de 90 años que inició tres veces el trámite para obtener el nuevo DNI, pero hasta ahora no tuvo éxito.
La mujer decidió cambiar su libreta cívica por el nuevo DNI a pedido del personal del banco en el que cobra su jubilación. Le dijeron que para continuar recibiendo el beneficio social, debía tener el nuevo documento.
Inició el trámite en noviembre de 2010 y hasta ahora nunca recibió ninguna notificación a su domicilio que le advirtiera el estado de su gestión o si había algún problema.
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Bernardina Gareca es una jubilada de 90 años que inició tres veces el trámite para obtener el nuevo DNI, pero hasta ahora no tuvo éxito.
La mujer decidió cambiar su libreta cívica por el nuevo DNI a pedido del personal del banco en el que cobra su jubilación. Le dijeron que para continuar recibiendo el beneficio social, debía tener el nuevo documento.
Inició el trámite en noviembre de 2010 y hasta ahora nunca recibió ninguna notificación a su domicilio que le advirtiera el estado de su gestión o si había algún problema.
La primera vez, luego de los 15 días de haber iniciado el trámite en la oficina de documentación rápida de la zona sur de la ciudad, se decidió por ir a preguntar personalmente qué pasaba con su documento.
“Nos dijeron que el trámite era defectuoso, que lo habían hecho de forma manual y eso no servía, por eso debía repetirlo”, contó Norma, hija de Bernardina, quien reinició el tramite sin conseguir que le llegara el DNI.
Al no recibir ninguna notificación, Gareca se acercó al centro de documentación otra vez y tuvo que repetir el trámite.
“Siguen diciendo que hay problemas, pero esta es la tercera vez que inicia el trámite. No puede estar así y encima el banco la apura con el documento”, reclamó Norma.
Por su parte, la directora del Registro Civil de Salta, Mónica Antacle, explicó a El Tribuno que este tipo de retrasos son por “problemas de toma, pero estas dificultades siempre se notifican al ciudadano”.
El problema para esta jubilada como para cualquier otro, es el dinero. Cada traslado desde barrio El Pilar, donde vive ella, hasta la oficina en zona sur le equivalen a unos $50 por tramo. “No voy a ir más, no voy a seguir gastando plata en algo que nadie me reconoce lo que gasto y nadie se hace cargo”, aseveró Bernardina.
La directora del Registro Civil en Salta, Mónica Antacle, destacó que a veces el tramite tiene fallas porque no se lee bien la partida de nacimiento o las huellas dactilares no coinciden y entonces el trámite se suspende hasta que la persona cumplimente de nuevo lo que está observado.
“Puede ser que el documento esté observado, pero a partir de esto llega un telegrama gris al ciudadano informándole qué papel debe volver a presentar en la oficina donde inició el trámite”. Antacle destacó que hubo personas que iniciaron el trámite y lo repitieron hasta seis veces porque “había problemas de toma en las huellas”. “A veces ocurre por el estado en la que están o porque -según el trabajo de la persona- no las tiene”.