Es una nueva y vieja historia a la vez. En Juventud Antoniana ya hay un plan B. Todos suelen tenerlo cuando las cosas no andan bien. Y este plan será ejecutado en el corto o mediano plazo, según la suerte del equipo el próximo fin de semana, en la última fecha de la primera ronda de la reválida.
El plan B se llama Gustavo Coleoni y su regreso a la Lerma y San Luis parece, otra vez, inminente.
El actual entrenador de Racing de Córdoba llegaría la próxima semana en caso de que Iván Delfino decida alejarse de la conducción del santo. Y la ejecución de este plan B depende hoy exclusivamente de Delfino. Solo si da un paso al costado concederá el deseo de unos cuántos dirigentes que, si fuera por ellos, “ya mismo” traerían al Sapito. Pero no lo harán solo para no contradecir el comunicado que extendieron la semana pasada ratificando el actual proceso hasta el final del campeonato. Casi una farsa.
Delfino, por su parte, se mostró abatido y debilitado luego del empate del domingo ante Tiro Federal. No le encuentra respuestas a un equipo que está desenchufado. Por esto, no es descabellado pensar que podría dar un paso al costado el fin de semana cuando el santo enfrente a Unión, en Sunchales, justo en la ciudad donde reside su familia, e independientemente del resultado.
Porque si Juventud gana su próximo encuentro se meterá en la segunda ronda de la reválida, que tendrá modalidad de play-off, y hasta empatando podría clasificar. Sin embargo, Delfino podría irse -o quedarse en Sunchales- lo mismo. El DT sabe que hay dirigentes que no lo ven con buenos ojos y que solo unos cuántos lo respaldan. Tampoco le agradó la forma de manejarse que tuvieron y tienen algunos dirigentes de peso.
Ahora bien, si Delfino decide cumplir el acuerdo asumido desde que llegó a Salta, de dirigir al equipo hasta el final de este campeonato, Coleoni tendrá que aguardar hasta el inicio del próximo campeonato. En definitiva, el plan B se ejecutaría lo mismo. Hoy ese plan B se llama Coleoni.
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Es una nueva y vieja historia a la vez. En Juventud Antoniana ya hay un plan B. Todos suelen tenerlo cuando las cosas no andan bien. Y este plan será ejecutado en el corto o mediano plazo, según la suerte del equipo el próximo fin de semana, en la última fecha de la primera ronda de la reválida.
El plan B se llama Gustavo Coleoni y su regreso a la Lerma y San Luis parece, otra vez, inminente.
El actual entrenador de Racing de Córdoba llegaría la próxima semana en caso de que Iván Delfino decida alejarse de la conducción del santo. Y la ejecución de este plan B depende hoy exclusivamente de Delfino. Solo si da un paso al costado concederá el deseo de unos cuántos dirigentes que, si fuera por ellos, “ya mismo” traerían al Sapito. Pero no lo harán solo para no contradecir el comunicado que extendieron la semana pasada ratificando el actual proceso hasta el final del campeonato. Casi una farsa.
Delfino, por su parte, se mostró abatido y debilitado luego del empate del domingo ante Tiro Federal. No le encuentra respuestas a un equipo que está desenchufado. Por esto, no es descabellado pensar que podría dar un paso al costado el fin de semana cuando el santo enfrente a Unión, en Sunchales, justo en la ciudad donde reside su familia, e independientemente del resultado.
Porque si Juventud gana su próximo encuentro se meterá en la segunda ronda de la reválida, que tendrá modalidad de play-off, y hasta empatando podría clasificar. Sin embargo, Delfino podría irse -o quedarse en Sunchales- lo mismo. El DT sabe que hay dirigentes que no lo ven con buenos ojos y que solo unos cuántos lo respaldan. Tampoco le agradó la forma de manejarse que tuvieron y tienen algunos dirigentes de peso.
Ahora bien, si Delfino decide cumplir el acuerdo asumido desde que llegó a Salta, de dirigir al equipo hasta el final de este campeonato, Coleoni tendrá que aguardar hasta el inicio del próximo campeonato. En definitiva, el plan B se ejecutaría lo mismo. Hoy ese plan B se llama Coleoni.