La localización elegida por el sector vitivinícola resulta una decisión estratégica empresarial. Las Bodegas Colomé y Amalaya continúan con su expansión industrial e inversión en los Valles Calchaquíes, como parte de un proceso de concentración del negocio en la producción vitivinícola. El grupo propietario de la firma, Hess Family, está orientado por Donald Hess y pertenece a una familia que, desde 1844, se dedica a los negocios bodegueros, estimula el arte contemporáneo, los museos, propiedades, entre otras actividades.
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La localización elegida por el sector vitivinícola resulta una decisión estratégica empresarial. Las Bodegas Colomé y Amalaya continúan con su expansión industrial e inversión en los Valles Calchaquíes, como parte de un proceso de concentración del negocio en la producción vitivinícola. El grupo propietario de la firma, Hess Family, está orientado por Donald Hess y pertenece a una familia que, desde 1844, se dedica a los negocios bodegueros, estimula el arte contemporáneo, los museos, propiedades, entre otras actividades.
En la reestructuración logística del negocio del vino en la provincia, la empresa trasladó el centro de distribución desde la ciudad a Cafayate. Aumentó la capacidad de la bodega en 200 mil litros, siendo un millón de litros la capacidad total de Amalaya. En el programa de responsabilidad social empresaria, la Fundación Colomé compró 30 lotes en Molinos con el objetivo de contribuir en dar soluciones de vivienda a la gente de la zona. En el rubro del enoturismo, se construirá un “visitor center” y un wine bar” en la bodega para responder a la creciente demanda de los 150 mil visitantes que recibe la zona por año.
Por otra parte, ya se cuenta también como un aporte cultural, el Museo James Turrel, único de su tipo en el mundo, es gratuito y está abierto todos los días para los turistas que llegan a Colomé.
En la búsqueda de la calidad, la industria ubica el microclima ideal para cada variedad y hacer prácticas agroecológicas sustentables.