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Infidelidad: ¿perdonar o no perdonar?

Jueves, 19 de abril de 2012 21:37

Según algunos psicólogos "ellos" son muy fáciles de desenmascarar pero además,  las parejas tienen por lo general la costumbre de perdonarlos y esto puede llegar a ser una trampa en la  que la mujer se debate entre la desconfianza y terminar estimulando un engaño.

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Según algunos psicólogos "ellos" son muy fáciles de desenmascarar pero además,  las parejas tienen por lo general la costumbre de perdonarlos y esto puede llegar a ser una trampa en la  que la mujer se debate entre la desconfianza y terminar estimulando un engaño.

Descubrirlos en esta época no es ninguna ciencia: el celular, las redes sociales, sobre todo el facebook , mail y las fotos tomadas con teléfonos, que algún conocido te envía "amablemente" son algunas de las herramientas más comunes para desenmascarar la infidelidad: "Mi marido escondía demasiado su celular. Hasta cuando se iba a dormir lo metía entre su almohada, y ya era mucho. Un día se descuidó y le vi todos los mensajes que no quería que viera”, comentó una mujer.

Por otro lado, varias mujeres los pescaron por el "face" . Pero lo cierto es que  cuando las costumbres de los maridos o novios cambian: por ejemplo se pasan horas en la computadora, esconden sus celulares, se van a hablar donde nadie los pueda escuchar, etc. etc.  es evidente que "en algo andan". A esto se suma que comienzan a prestarle más atención a su cuidado personal y aparecen las reuniones fuera de los horarios habituales.

Pero para sumar culpas a nuestro haber, la infidelidad según la reconocida psicóloga Pilar Sordo “No es causa de nada sino que es consecuencia de algo".

                                                

  Pilar Sordo

explica el por qué alguien le puede ser infiel a la persona que ama. En el caso de ellas, “está demostrado que cuando los hombres no son capaces de valorar los detalles, de cuidar de sus mujeres todos los días, de visualizar el proceso de conquista como algo permanente -y no ver a la mujer enamorada como un objetivo cumplido- las mujeres van a vivir un lento, pero seguro proceso de desenamorarse”, lo que perfectamente puede conllevar a una infidelidad, comenta la psicóloga. 

Las mujeres frecuentemente justifican su engaño con otro hombre, como un acto “noble”, hecho por amor o desilusión ante el descuido de su pareja. En cambio a ellos, se les castiga su engaño, acusándolos de irresponsables y que solo se guían por el sexo.

Ante esa acusación, Sordo sostiene que: “Ellos también pueden hacerlo porque se sienten solos”, o frustrados ante la imagen de la mujer que alguna vez amaron -y que tal vez aún aman- transformada en un ser resentido y disconforme.

“Creemos que los hombres solo ven tetas y culos, pero el elemento seductor que más entra, es la sonrisa de una mujer, ver a una mujer contenta. Cuando en su casa la ve amargada, quejumbrosa todo el día, es el gatillador de infidelidad más gigantesco”, asegura.

No se trata de fingir alegría en todo momento. Nadie soportaría tener problemas y mentir con una sonrisa para el mundo. Se trata de cómo se enfrentan las dificultades de la vida. La postura que se toma ante las vicisitudes; ser una persona optimista, positiva, tiradora para arriba. “Ser feliz, es una decisión”, dice la psicóloga.

 ¿Perdonar o no?

“Lo perdoné porque lo quiero, pero sé que en cualquier momento puede volver a ocurrir, o quizás no pase de nuevo, pero la duda está porque se quebró la confianza. Todo se derrumba (...) Es un quiebre de emociones brutal. Tienes una imagen de la persona amada perfecta y, de repente, se desmorona todo”, contó otra mujer.

Este es el denominador común, el quiebre de la confianza, ya nada vuelve a ser igual. Pero hay mujeres que ante esto optan por no perdonar y terminar con la relación y otras le dan una segunda oportunidad, que viene teñida de mucha desconfianza que termina siendo una tortura para los  miembros de la pareja.

“Cuando las mujeres nos proponemos perdonar es un proceso muy complicado, porque asociamos el perdón al olvidar, y las mujeres, por lo general, no nos olvidamos de nada”, comenta Sordo, antes de agregar otro hecho fundamental en el mundo femenino: “Perdonamos cuando somos capaces de recordar sin que nos duela”.

Se debe trabajar con el dolor, comenta la psicóloga. “Asumir responsabilidades, no culpas”, sobre la falta de comunicación y los detalles que tenían deteriorada la relación o habían afectado el cariño de la pareja. Siempre tomando en cuenta que las cosas nunca volverán a ser como antes. Tal vez, puedan ser hasta mejor.

“Hay que firmar un nuevo contrato. Fijarse nuevas pautas, en esta cosa de ser distinta con lo que viví y tú con lo que viviste; de cómo recomenzamos”, explicó Sordo, refiriéndose al descubrimiento de nuevas pautas, unas más profundas, que cuiden de la comunicación y del amor con más peso en la conciencia de cada uno.

En cuanto a la confianza rota, se debe tener cuidado con llamar a las “profecías autocumplidas”, que inciten una nueva infidelidad, producida por el hostigamiento de la desconfianza permanente. “Si no perdonamos de verdad, nos volvemos insoportables”, dice la psicóloga.

A las mujeres que realmente han perdonado una infidelidad, los hombres no les han sido infieles nunca más. A no ser que tengan una patología y sean infieles por naturaleza, que son los menos”, concluyó.

 

 

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