Las FARC liberaron este lunes en un solo grupo a los 10 uniformados que mantenían cautivos desde hace más de una década lo que podría dejar a abierta la posibilidad de futuras negociaciones del gobierno con los rebeldes.
La confirmación de la entrega de todo el grupo de seis policías y cuatro militares fue dada por María Cristina Rivera, vocera del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR, ante reporteros en el aeropuerto de Villavicencio, en el departamento de Meta y a unos 75 kilómetros de Bogotá.
Se espera ahora es el regreso del helicóptero, en el que están la ex senadora Piedad Córdoba y los uniformados, desde un punto no revelado de la selva al sur colombiano hasta el aeropuerto de Villavicencio.
Rivera dijo que en 50 minutos, es decir a las 18 (20 de Argentina), llegarán al aeropuerto. Inicialmente las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían anunciado que los 10 retenidos serían liberados en dos grupos en fechas diferentes, este lunes y el próximo miércoles, y no quedó claro porqué decidieron hacer una sola entrega, lo cual ya había sido una petición informal de algunas de las familias.
‘‘En las últimas horas, en una zona rural entre los límites de los departamentos del Meta y Guaviare, las FARC-EP liberaron a cuatro militares y seis policías, la totalidad de las personas que había sido anunciada por este grupo armado los pasados meses de diciembre y enero. Estas personas fueron entregadas a una misión humanitaria conformada por miembros de Colombianas y Colombianos por la Paz y delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)’’, dijo Rivera.
Al ser consultada sobre la entrega de todos los 10 uniformados en un solo grupo, Rivera dijo que para ellos la misión se cumplió y que carecía de otros datos de inmediato.
La entrega de todo el grupo pone fin a una larga espera, incluso de 14 años, para las familias que a lo largo de este tiempo han marchado, protestado e impulsado la labor de Córdoba, a quien las FARC han entregado en distintos grupos desde el 2008 y hasta este lunes a 29 retenidos, desde políticos hasta uniformados. Otros 19 rehenes han sido rescatados en operativos de la fuerza pública desde el 2008.
Se espera que una vez que lleguen a Villavicencio, los 10 uniformados sean trasladados de inmediato en un vuelo de la fuerza pública a Bogotá y llevados a centros hospitalarios para someterlos a distintos chequeos médicos.
Para Fernando Londoño, ex ministro del Interior entre 2002 y 2003, las 10 liberaciones ‘‘representan el comienzo de las negociaciones con las ARC; eso está absolutamente organizado con (el presidente Juan Manuel) Santos’’.
‘‘Entonces las FARC liberan a estos 10 y ya quedan legitimadas para un proceso de paz’’, agregó el ex ministro en entrevista telefónica. Destacó, sin embargo, que de ese eventual proceso de paz ‘‘no se sabe nada’’ de detalles.
‘‘Ojalá, Dios quiera que me lo pasen por teléfono...para decirle que me siento muy contenta porque recobró la libertad’’, dijo en diálogo telefónico entre sollozos Diana Romero, una psicóloga de 26 años e hija del subintendente de la policía Jorge Romero, de 49 años y quien estaba cautivo desde julio de 1999.
A su regreso, Diana le guarda una sorpresa a su papá: está embarazada de seis meses y por eso no pudo viajar desde la ciudad de Pasto, al extremo suroeste del país, a Villavicencio.
‘‘Estoy sintiendo tantas cosas de la alegría que tengo...grité, salté’’ al conocer la noticia, dijo desde el aeropuerto de Villavicencio Oliva Solarte, madre del intendente de la policía Jorge Trujillo Solarte, de 41 años, también cautivo desde julio de 1999.
‘‘Tiemblo, tengo de todo, pero de la felicidad’’, agregó la mujer en diálogo telefónico. ‘‘Los invito a todos a que entren a mi felicidad...(a mi hijo) lo abrazaré, le diré la falta que me hizo’’, indicó Solarte.
Virginia Franco, madre del sargento del Ejército Luis Alfonso Beltrán, de 43 años, dijo por su parte que ‘‘por fin se hizo el milagro’’ de la liberación.
Dijo que estaba en Bogotá aguardando en una guarnición militar para ir al aeropuerto castrense para recibir a su hijo y ‘‘abrazarlo y darle gracias a Dios’’ porque regresó después de 14 años de cautiverio.
Beltrán y el también sargento del Ejército Luis Arturo Arcia, de 41 años, son los dos uniformados con mayor tiempo de cautiverio: cayeron en poder de los rebeldes el 3 de marzo de 1998.
Luego de tres días de combates con el Ejército en marzo de aquel año, las FARC abatieron a más de 60 militares y retuvieron a por lo menos otros 40 en un sector conocido como El Billar, en el departamento de Caquetá y a 435 kilómetros al sur de Bogotá.
La mayoría de aquellos retenidos o fueron liberados unilateralmente o rescatados, y sólo quedaban de aquel ataque Beltrán y Arcia, ambos solteros y sin hijos.
En la lista de liberados no apareció el intendente de la policía Luis Hernando Peña Bonilla, de 40 años y quien fue retenido el 1 de noviembre de 1998 en la ciudad de Mitú, capital del departamento de Vaupés y a 575 kilómetros al sureste de Bogotá.
Otros uniformados liberados anteriormente han dicho que Peña, al parecer, murió a manos de sus captores.
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Las FARC liberaron este lunes en un solo grupo a los 10 uniformados que mantenían cautivos desde hace más de una década lo que podría dejar a abierta la posibilidad de futuras negociaciones del gobierno con los rebeldes.
La confirmación de la entrega de todo el grupo de seis policías y cuatro militares fue dada por María Cristina Rivera, vocera del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR, ante reporteros en el aeropuerto de Villavicencio, en el departamento de Meta y a unos 75 kilómetros de Bogotá.
Se espera ahora es el regreso del helicóptero, en el que están la ex senadora Piedad Córdoba y los uniformados, desde un punto no revelado de la selva al sur colombiano hasta el aeropuerto de Villavicencio.
Rivera dijo que en 50 minutos, es decir a las 18 (20 de Argentina), llegarán al aeropuerto. Inicialmente las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían anunciado que los 10 retenidos serían liberados en dos grupos en fechas diferentes, este lunes y el próximo miércoles, y no quedó claro porqué decidieron hacer una sola entrega, lo cual ya había sido una petición informal de algunas de las familias.
‘‘En las últimas horas, en una zona rural entre los límites de los departamentos del Meta y Guaviare, las FARC-EP liberaron a cuatro militares y seis policías, la totalidad de las personas que había sido anunciada por este grupo armado los pasados meses de diciembre y enero. Estas personas fueron entregadas a una misión humanitaria conformada por miembros de Colombianas y Colombianos por la Paz y delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)’’, dijo Rivera.
Al ser consultada sobre la entrega de todos los 10 uniformados en un solo grupo, Rivera dijo que para ellos la misión se cumplió y que carecía de otros datos de inmediato.
La entrega de todo el grupo pone fin a una larga espera, incluso de 14 años, para las familias que a lo largo de este tiempo han marchado, protestado e impulsado la labor de Córdoba, a quien las FARC han entregado en distintos grupos desde el 2008 y hasta este lunes a 29 retenidos, desde políticos hasta uniformados. Otros 19 rehenes han sido rescatados en operativos de la fuerza pública desde el 2008.
Se espera que una vez que lleguen a Villavicencio, los 10 uniformados sean trasladados de inmediato en un vuelo de la fuerza pública a Bogotá y llevados a centros hospitalarios para someterlos a distintos chequeos médicos.
Para Fernando Londoño, ex ministro del Interior entre 2002 y 2003, las 10 liberaciones ‘‘representan el comienzo de las negociaciones con las ARC; eso está absolutamente organizado con (el presidente Juan Manuel) Santos’’.
‘‘Entonces las FARC liberan a estos 10 y ya quedan legitimadas para un proceso de paz’’, agregó el ex ministro en entrevista telefónica. Destacó, sin embargo, que de ese eventual proceso de paz ‘‘no se sabe nada’’ de detalles.
‘‘Ojalá, Dios quiera que me lo pasen por teléfono...para decirle que me siento muy contenta porque recobró la libertad’’, dijo en diálogo telefónico entre sollozos Diana Romero, una psicóloga de 26 años e hija del subintendente de la policía Jorge Romero, de 49 años y quien estaba cautivo desde julio de 1999.
A su regreso, Diana le guarda una sorpresa a su papá: está embarazada de seis meses y por eso no pudo viajar desde la ciudad de Pasto, al extremo suroeste del país, a Villavicencio.
‘‘Estoy sintiendo tantas cosas de la alegría que tengo...grité, salté’’ al conocer la noticia, dijo desde el aeropuerto de Villavicencio Oliva Solarte, madre del intendente de la policía Jorge Trujillo Solarte, de 41 años, también cautivo desde julio de 1999.
‘‘Tiemblo, tengo de todo, pero de la felicidad’’, agregó la mujer en diálogo telefónico. ‘‘Los invito a todos a que entren a mi felicidad...(a mi hijo) lo abrazaré, le diré la falta que me hizo’’, indicó Solarte.
Virginia Franco, madre del sargento del Ejército Luis Alfonso Beltrán, de 43 años, dijo por su parte que ‘‘por fin se hizo el milagro’’ de la liberación.
Dijo que estaba en Bogotá aguardando en una guarnición militar para ir al aeropuerto castrense para recibir a su hijo y ‘‘abrazarlo y darle gracias a Dios’’ porque regresó después de 14 años de cautiverio.
Beltrán y el también sargento del Ejército Luis Arturo Arcia, de 41 años, son los dos uniformados con mayor tiempo de cautiverio: cayeron en poder de los rebeldes el 3 de marzo de 1998.
Luego de tres días de combates con el Ejército en marzo de aquel año, las FARC abatieron a más de 60 militares y retuvieron a por lo menos otros 40 en un sector conocido como El Billar, en el departamento de Caquetá y a 435 kilómetros al sur de Bogotá.
La mayoría de aquellos retenidos o fueron liberados unilateralmente o rescatados, y sólo quedaban de aquel ataque Beltrán y Arcia, ambos solteros y sin hijos.
En la lista de liberados no apareció el intendente de la policía Luis Hernando Peña Bonilla, de 40 años y quien fue retenido el 1 de noviembre de 1998 en la ciudad de Mitú, capital del departamento de Vaupés y a 575 kilómetros al sureste de Bogotá.
Otros uniformados liberados anteriormente han dicho que Peña, al parecer, murió a manos de sus captores.