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Liliana Herrero: ?La música es una extraordinaria conversación?

Martes, 24 de abril de 2012 21:04

Liliana Herrero es una mujer que sabe lo que quiere arriba del escenario. Entiende la música como poética, como compromiso y como una plataforma para arribar a ciertas respuestas, como “qué somos como país y cuál es nuestro destino”. Esta entrerriana, dueña de un singularísimo estilo musical que reúne decisiones estéticas y culturales indisolubles, desembarcará esta noche, a las 21, en el Teatro Provincial, para sumarse al exitoso ciclo “Cultura da la nota”. La acompañará como local Mariana Baraj (cantante y percusionista porteña radicada en Salta), recientemente ganadora de un Premio Gardel por su cuarto disco, “Churita”.

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Liliana Herrero es una mujer que sabe lo que quiere arriba del escenario. Entiende la música como poética, como compromiso y como una plataforma para arribar a ciertas respuestas, como “qué somos como país y cuál es nuestro destino”. Esta entrerriana, dueña de un singularísimo estilo musical que reúne decisiones estéticas y culturales indisolubles, desembarcará esta noche, a las 21, en el Teatro Provincial, para sumarse al exitoso ciclo “Cultura da la nota”. La acompañará como local Mariana Baraj (cantante y percusionista porteña radicada en Salta), recientemente ganadora de un Premio Gardel por su cuarto disco, “Churita”.

Herrero subirá al escenario con sus músicos Mario Gusso (percusión), Pedro Rossi (guitarra), Martín Pantyrer (vientos) y Ariel Naon (bajo).

Tu último disco, “Este tiempo”, integra canciones recientes y otras que te acompañaron a lo largo de tu vida. Contame acerca de este nuevo proyecto...

Sí, siempre elijo los temas conforme a lo que puedo decir yo como intérprete. Me parece que cuando uno decide hacer una canción tiene que tener la intención de intervenirla y de ver qué diálogo es posible establecer con ella. Por supuesto, en lo personal buceo en autores que a mí me interesan como Lisandro Aristimuño, Hugo Fatorusa y muchos más, pero primero elijo los temas y después veo qué puedo hacer con ellos. Es menos problema elegir el tema y más problema es qué hacer con ese tema.

El nombre del álbum también refleja tu compromiso no solo con el presente sino también con el pasado y futuro del país. ¿Cuál es tu visión de este tiempo con respecto a la música y al arte en general?

Es un momento complejo y problemático pero al mismo tiempo promisorio. Yo creo que nos depara un futuro más feliz que el que hemos vivido, pero, por supuesto, creo que venimos del abismo. Todavía falta mucho, es por eso que mi optimismo no es tonto, sino que es un optimismo doliente, porque venimos del horror de los '70 y del vaciamiento de los '80 y los '90. Pero también me parece que vamos a un lugar mucho más justo para la memoria cultural y musical de Argentina.

Este es un momento precioso, con muchas ideas, con músicos que han redoblado el esfuerzo que vienen haciendo desde hace varios años.

Expresaste que con la música hay que trabajar alegre y responsablemente, ¿qué implica esto?

Cuando digo responsable quiero decir que uno no puede subir al escenario a hacer cualquier cosa. La música es muy gozosa pero también implica una responsabilidad con el tiempo que nos toca vivir y cómo hacemos para pensarla de una manera responsable en función a la memoria cultural, poética y política. Ahora, si uno quiere hacer otro tipo de música y plantearse el puro divertimento, puedo hacerlo perfectamente, no es mi estilo. Con la música no se jode.

La música y el arte en general son una búsqueda constante y un extraordinario descubrir, ¿que encontró Liliana Herrero en la música?

Encontré muchas cosas. Algunas muy abismales porque me parece que en este camino finalmente uno se encuentra con una pregunta fundamental que es ¿qué somos nosotros?, y creo que la respuesta está muy bien sostenida en el Cuchi Leguizamón, en Manuel Castilla, Jacobo Regen y en otros tantos salteños. La música me permitió pensar con mayor intensidad, pero también con dolor y alegría, esta patria querida a la que pertenecemos.

¿Y qué sentís que cambió en vos en este camino de la música?

Me parece que yo estoy todo el tiempo dándole vueltas a las mismas cuestiones. Siempre me pregunto qué somos como país, cuál es nuestro destino, cuál es el papel del músico en estos tiempos, qué es lo que debemos cantar, qué diálogos y préstamos culturales tiene la música con otros géneros.

Hoy en día se apuesta mucho a la fusión entre los distintos estilos musicales, ¿crees que la palabra género se está perdiendo?

Yo creo que los géneros todavía existen y más aún cuando se establecen diálogos maravillosos entre ellos, que a veces son tensos y a veces cordiales. La música es una extraordinaria conversación. Yo no soy muy amiga de la palabra fusión, a mí me interesa la tensión que se produce entre estilos que son totalmente diferentes. Por eso las experiencias de dúos, como en mi caso cuando trabajé con Fito Páez, es tan interesante porque se produce una tensión artística gloriosa.

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