El gobierno de Colombia confirmó hoy la muerte de cuatro uniformados y la desaparición de otros cinco y de un periodista francés como consecuencia de los “cruentos combates” registrados ayer en el sur del país, donde tropas regulares que efectuaban una operación contra el narcotráfico fueron atacadas por miembros de las FARC.
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El gobierno de Colombia confirmó hoy la muerte de cuatro uniformados y la desaparición de otros cinco y de un periodista francés como consecuencia de los “cruentos combates” registrados ayer en el sur del país, donde tropas regulares que efectuaban una operación contra el narcotráfico fueron atacadas por miembros de las FARC.
Esos hechos, en los que también resultaron heridos cuatro uniformados, representan el cuarto ataque de las FARC en dos días.
Paralelamente, la justicia de Panamá reveló que una red de narcotráfico vinculada con las FARC fue desmantelada en ese país con apoyo internacional.
Los efectivos del Ejército y la Policía fueron atacados con explosivos y ráfagas de fusil por los guerrilleros en una zona conocida como La Unión Peneya, cerca del municipio La Montañita, en el interior del departamento sureño Caquetá.
Cuando fueron atacados por las FARC, los uniformados -23 miembros del Ejército y cuatro policías judiciales- estaban realizando una operación contra laboratorios artesanales para el procesamiento de cocaína.
Un comunicado del Ministerio de Defensa, difundido hoy, describió que “como producto de esta operación ofensiva se presentaron cruentos combates con miembros del Frente 15 de las FARC, en los que fueron asesinados un suboficial, dos soldados profesionales y un patrullero de la Policía”.
El texto añadió que también resultaron heridos cuatro uniformados, quien fueron atendidos en centros asistenciales de Florencia, la capital de Caquetá.
Asimismo, subrayó que “están desaparecidos cuatro soldados, un patrullero de la Policía y el corresponsal de guerra Romeo Langlois, de nacionalidad francesa, quien se encontraba realizando un cubrimiento periodístico”.
Langlois trabaja para el diario Le Figaro y el canal de televisión France 24, que publicó en su página de internet la desaparición de su corresponsal, quien había viajado con el Ejército a la zona del combate para elaborar una nota sobre las operaciones contra el narcotráfico en Colombia.
Pese a lo informado por el Ministerio de Defensa, dos medios colombianos -el diario El Tiempo y la radio RCN- afirmaron que los cinco uniformados desaparecidos ya se habían reunido con sus tropas, mientras continuaba la búsqueda del reportero francés.
Anoche, apenas conocidas las primeras versiones extraoficiales del hecho, algunos medios colombianos y agencias internacionales de noticias reportaron la desaparición de Langlois pero llegaron a contabilizar 20 víctimas fatales, lo que quedó desmentido con el comunicado de hoy.
Este combate fue el cuarto entre tropas regulares y columnas de las FARC en dos días, luego de que el viernes murieran tres militares y cinco civiles en sendos enfrentamientos en Caquetá y en el departamento Valle del Cauca (en el sudeste del país), y ayer sábado se registraran cuatro heridos en un choque en el departamento Arauca, en el noroeste.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, se reunió anoche en Florencia con los altos mandos militares y policiales para evaluar la situación y plantear una ofensiva en la zona.
Pinzón había adelantado en la mañana de ayer que el Ejército y la Policía estaban incrementando las operaciones en diversas zonas del país con el objeto de ubicar a Rodrigo Londoño, alias Timoleón Jiménez o Timochenko, el jefe máximo de las FARC.
Las autoridades presumen que Timochenko está en algún lugar del departamento Norte de Santander, en el noreste del país, cerca de la frontera con Venezuela.
Mientras tanto, el fiscal primero de Drogas de Panamá, Javier Caraballo, reveló que una red de narcotráfico vinculada con las FARC fue desmantelada en Panamá con apoyo internacional.
Caraballo señaló al diario panameño La Prensa que el grupo guerrillero colombiano inició actividades en Panamá en noviembre de 2010 y que desde hace un año las autoridades le seguían la pista en Colombia, Costa Rica y Nicaragua.